

Pero, bien visto, era inevitable. Después de todo, de una pobre y escuálida cosa amorfa no se pueden esperar proezas o maravillas.
Como sea, y parafraseándola, El presente es mercenario si, ya tan difícil como lo vivimos a diario, encima nos lo van a maquillar y a revender desde un tema como El futuro es milenario, insólitamente firmado al alimón por un Aleks Syntek del que no cabían sorpresas y un Jaime López que ojalá se hubiera muerto a tiempo para ahorrarse y ahorrarnos el oso de verlo convertido en manso y comodino “yesmen” de los hombres del billete.
Por lo pronto, tras las primeras reacciones adversas al “Tema oficial del bicentenario”, la SEP ya se echó para atrás y, desdiciéndose de sus palabras del miércoles, cuando la rolita fue presentada a los medios, ha declarado que la canción no representa las conmemoraciones de este año. A su vez, Aleks Syntek tuvo qué abandonar su cuenta en Twitter y desactivar los comentarios en el post de Youtube donde subió un video con el tema porque (¡pobrecito!) no aguantó lo tupido de las críticas a lo largo de las últimas horas, de las que dijo eran “como arañazos a mi corazón”.
Pero los verdaderos villanos de esta historia no son Aleks Syntek y Jaime López… aunque lo cómplices nadie se los quita, especialmente al tarugo del segundo, que se prestó a sabiendas para una cosa tan indigna.
Como sea, y parafraseándola, El presente es mercenario si, ya tan difícil como lo vivimos a diario, encima nos lo van a maquillar y a revender desde un tema como El futuro es milenario, insólitamente firmado al alimón por un Aleks Syntek del que no cabían sorpresas y un Jaime López que ojalá se hubiera muerto a tiempo para ahorrarse y ahorrarnos el oso de verlo convertido en manso y comodino “yesmen” de los hombres del billete.
Por lo pronto, tras las primeras reacciones adversas al “Tema oficial del bicentenario”, la SEP ya se echó para atrás y, desdiciéndose de sus palabras del miércoles, cuando la rolita fue presentada a los medios, ha declarado que la canción no representa las conmemoraciones de este año. A su vez, Aleks Syntek tuvo qué abandonar su cuenta en Twitter y desactivar los comentarios en el post de Youtube donde subió un video con el tema porque (¡pobrecito!) no aguantó lo tupido de las críticas a lo largo de las últimas horas, de las que dijo eran “como arañazos a mi corazón”.
Pero los verdaderos villanos de esta historia no son Aleks Syntek y Jaime López… aunque lo cómplices nadie se los quita, especialmente al tarugo del segundo, que se prestó a sabiendas para una cosa tan indigna.
Acerca de esto, la parte que duele es precisamente la de un Jaime López que, tirando por la borda cuanto construyó en las últimas décadas, como una de las voces marginales más genuinas e inteligentes de la canción informal mexicana, y ya convertido en proxeneta de la música, acaba de entregar lo más valioso que tenía a cambio de unos pesos. Mi pregunta para él sería, dada la magnitud de los daños: ¿y, ahora, qué vas a vender para la próxima? ¿Las náylons?
Mejor te hubieras ido a cabaretear.
EN VIDEO / El futuro es milenario ♫
El caso de Jaime López en el mismo video (reducida su intervención a sólo 3:20 minutos), no es menos patética. Dice el autor de Chilanga banda:
“Quien olvida su pasado está condenado a repetir errores. Creo que el futuro empezó desde antier. Somos esto por lo que fuimos, aunque a veces se nos olvida. Pero pues allá vamos. Si tenemos un gran pasado, quiere decir que el futuro es milenario y está, igual, por forjarse una historia que, pues, lástima que ya no voy a estar para comprobarlo… ¡pero ahí me la platican! En el Más Allá hay un gran lugar para ustedes también; yo me voy a ir adelantando un poco, dentro de unos sexenios… ¡pero allá nos vemos!”
Así está el nivel del discurso. Y nada de esto tendría importancia de no ser porque el affaire El futuro es milenario no hace sino mostrar, monda y lironda, la situación que priva exactamente en todos los demás ámbitos de la realidad mexicana de este 2010: vacíos de poder, vacíos de ideas, de autoridad, de discursos… Sólo hay un río revuelto en cuyas turbias aguas se están cebando los fuereños vivarachos (para variar) a costa de nuestra confusión.
EN VIDEO / Otra aportación al trabajo de Syntek-López
Variaciones de tratamiento icónico, en un intento de hacer más verista el optimismo babas del tema original. El esfuerzo fue infructuoso, pero se le agradece al usuario rtame, en su portal de Youtube.
“Quien olvida su pasado está condenado a repetir errores. Creo que el futuro empezó desde antier. Somos esto por lo que fuimos, aunque a veces se nos olvida. Pero pues allá vamos. Si tenemos un gran pasado, quiere decir que el futuro es milenario y está, igual, por forjarse una historia que, pues, lástima que ya no voy a estar para comprobarlo… ¡pero ahí me la platican! En el Más Allá hay un gran lugar para ustedes también; yo me voy a ir adelantando un poco, dentro de unos sexenios… ¡pero allá nos vemos!”
Así está el nivel del discurso. Y nada de esto tendría importancia de no ser porque el affaire El futuro es milenario no hace sino mostrar, monda y lironda, la situación que priva exactamente en todos los demás ámbitos de la realidad mexicana de este 2010: vacíos de poder, vacíos de ideas, de autoridad, de discursos… Sólo hay un río revuelto en cuyas turbias aguas se están cebando los fuereños vivarachos (para variar) a costa de nuestra confusión.
EN VIDEO / Otra aportación al trabajo de Syntek-López
Variaciones de tratamiento icónico, en un intento de hacer más verista el optimismo babas del tema original. El esfuerzo fue infructuoso, pero se le agradece al usuario rtame, en su portal de Youtube.
Mi Otro Yo, ese que se la vive pitorreándose de mí mismo y de mis poses, de mis ideas o de mis estados de ánimo, me está mirando de reojo en este preciso instante. Me dice:
— ¡Cálmate, Masiosare! ¡Dales chance, pinche Lobo ardido y aguafiestas! ¿No ves que la panza es primero? Y para cumplirle a la panza, aquí tienes que vender lo que sea: tachas trasquiladas, fayuca de segunda, alcohol rebajado, cancioncitas babosas, gasolina adulterada, boletos de reventa, programas de gobierno, refacciones robadas, alianzas políticas, chicles y pistaches… cualquier cosa, con tal de que te hagas de un capitalito. Porque en este México de 2010, si de perdis no eres un mini–empresario y no levantas tu changarrito, no eres nadie.
Como de costumbre en estos casos, le doy sus semillitas de girasol a mi Otro Yo (me parece recordar que Oliverio llevaba al suyo a “darle de comer a la nutria” en El lado oscuro del corazón), para que se aplaque, pero de todos modos intento arrullarme un instante en el shala lalala-lá del estribillo. No vaya a ser que el del error sea yo.
Mmmh… ¿Conque “el futuro es milenario”? Ah… Y esas imágenes de calles de fiesta, donde se disuelven las diferencias… No, pos sí. Ta’ chida tu nube. A ver: ve y cuéntasela a las madres, esposas y hermanas de tantos muertos. A las familias de los desempleados, a todos esos jóvenes que egresan de escuelas absolutamente inútiles porque descubren que estudiar, en México, ya no es garantía de inserción ni de movilidad social.
¿Tenemos motivos para festejar a México? A fin de cuentas, yo creo que sí… pero me queda muy claro que no es el México de Aleks Syntek y Jaime López (que es lo mismo que decir el México que se quiere imaginar el gobierno y el que nos ofrece Instantia), sino el de a deveras.
Moraleja: ¡Que viva México!, sí.
Pero el de los mexicanos, no el de los medios.
— ¡Cálmate, Masiosare! ¡Dales chance, pinche Lobo ardido y aguafiestas! ¿No ves que la panza es primero? Y para cumplirle a la panza, aquí tienes que vender lo que sea: tachas trasquiladas, fayuca de segunda, alcohol rebajado, cancioncitas babosas, gasolina adulterada, boletos de reventa, programas de gobierno, refacciones robadas, alianzas políticas, chicles y pistaches… cualquier cosa, con tal de que te hagas de un capitalito. Porque en este México de 2010, si de perdis no eres un mini–empresario y no levantas tu changarrito, no eres nadie.
Como de costumbre en estos casos, le doy sus semillitas de girasol a mi Otro Yo (me parece recordar que Oliverio llevaba al suyo a “darle de comer a la nutria” en El lado oscuro del corazón), para que se aplaque, pero de todos modos intento arrullarme un instante en el shala lalala-lá del estribillo. No vaya a ser que el del error sea yo.
Mmmh… ¿Conque “el futuro es milenario”? Ah… Y esas imágenes de calles de fiesta, donde se disuelven las diferencias… No, pos sí. Ta’ chida tu nube. A ver: ve y cuéntasela a las madres, esposas y hermanas de tantos muertos. A las familias de los desempleados, a todos esos jóvenes que egresan de escuelas absolutamente inútiles porque descubren que estudiar, en México, ya no es garantía de inserción ni de movilidad social.
¿Tenemos motivos para festejar a México? A fin de cuentas, yo creo que sí… pero me queda muy claro que no es el México de Aleks Syntek y Jaime López (que es lo mismo que decir el México que se quiere imaginar el gobierno y el que nos ofrece Instantia), sino el de a deveras.
Moraleja: ¡Que viva México!, sí.
Pero el de los mexicanos, no el de los medios.
EN VIDEO / Les Luthiers revelan en exclusiva cómo
compusieron Syntek-López su El futuro es milenario