La mesa de presentación de los títulos Inventar París (de Ernesto Hernández Doblas, a la extrema izquierda) y La Poética de José Gorostiza y un modelo de interpretación de Muerte sin fin.
Los libros Inventar París, de Ernesto Hernández Doblas (poesía), y La Poética de José Gorostiza y un modelo de interpretación de Muerte sin fin, de Francisco Javier Larios (ensayo), ganadores del Premio de Poesía “Carlos Eduardo Turón” y de Ensayo “María Zambrano” respectivamente, abrieron este jueves la serie de publicaciones que el Gobierno del estado de Michoacán, a través de la Secretaría de Cultura, está presentando en la XXXI edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Sergio Julián Monreal y Juan García Tapia fueron los responsables de presentar dichos libros.
De izquierda a derecha, los comentaristas Sergio J. Monreal y Juan García, acompañados por el autor Francisco Javier Larios.
La omnipotencia
del lugar común
Por principio de cuentas, Sergio J. Monreal indicó que el poemario Inventar París está regido por la omnipotencia del lugar común que pauta su concepción y desarrollo, pero el lugar común no entendido como una fórmula trillada sobre lo real, sino como un concepto que significa muchas cosas más. En este sentido el lugar común es un punto de confluencia que genera una amplia gama de posibilidades.
Monreal citaría la obra Rayuela, en la que Julio Cortázar también apeló al lugar común alusivo a la malograda relación amorosa de los personajes, lo que lo convierte en una fuente de misterio en torno a los temas de la vida y del ser. En este tenor, indicó que esta experiencia amorosa es el punto de partida para conectarse con las preguntas esenciales de la existencia humana.
Monreal mencionó como otro lugar común dentro de la obra de Ernesto Hernández Doblas la imagen de la ciudad como metáfora de la modernidad de nuestro tiempo.
Es así que se presenta una mezcla que conjuga la travesía amorosa y la ciudad, emergiendo nuevos lugares comunes y, como consecuencia de lo anterior, aparece entonces la teatralización de las cosas, entendida ésta como el drama, permitiendo al lector encontrar rutas más fecundas.
Agregó el autor de La sombra de Pan que Hernández Doblas se ve envuelto en un juego, al alcanzar la máxima distancia con algo que le es suyo, al lograr que la mirada del enamorado se convierta en la experiencia amorosa como un puente de interlocución universal.
Frente al público asistente a la presentación Monreal Vázquez indicó que, en razón de sus recursos expresivos, Hernández Doblas está cerca de la obra de Ramón Martínez Ocaranza, personaje central de la literatura michoacana, aunque se separa de él al hablar del amor.Abundó de ese caudal de imágenes e impresiones brota una frase que equilibra todo lo demás en un prodigio milagroso: “es como si el lector fuera arrastrado en un mar pasional y, de pronto, ese mar se detuviera”. Para finalizar, invitó al público a leer la obra, y buscar la complicidad con el autor.
El autor michoacano Francisco Javier Larios, durante la presentación de su libro La Poética de José Gorostiza y un modelo de interpretación de Muerte sin fin.
Muerte sin fin y
el tema inagotable
Por su parte Juan García se refirió al libro escrito por Francisco Javier Larios, quien realiza un análisis literario generacional, histórico y filosófico sobe el poema Muerte Sin fin escrito por José Gorostiza, desde su presumible concepción hasta su instalación privilegiada dentro de la literatura mexicana.
Sobre el particular, consideró que el grupo de Los contemporáneos, del que Gorostiza formaba parte, creó su propia escuela, como parte de un proyecto en común con objetivos abiertamente planteados, por lo que Muerte sin fin es una obra premeditada en sus planteamientos.
Sobre la cantidad de los escritos de Gorostiza, García Tapia expresó que la redacción de este poema dejó a su autor “en la sequedad creativa”, al producir solamente dos obras.
Del tema de la muerte como punto central en la obra de José Gorostiza, García Tapia dijo que cada integrante del grupo de Los Contemporáneos la abordó según la raigambre de la cultura mexicana, comprendiendo e incluyendo este elemento cultural en sus propósitos literarios.
Abundó que el poema en cuestión, que está conformado por 700 versos, “ha trascendido como sublime y entrañable” y en él la muerte trabaja de manera constante y gustosa.
Más adelante, Francisco Javier Larios precisó que quien se metió a las entrañas de la muerte fue Jorge Cuesta, quien fue el primer crítico de Muerte sin fin.
De los contemporáneos aclaró que sus miembros ejercieron de manera sobresaliente la crítica y la autocrítica como una forma de hacer una nueva literatura mexicana, con rigor y exigencia para su propia obra, que tenía altos niveles de abstracción. El autor finalizó su presentación diciendo que el texto de Gorostiza es casi perfecto y ha sido analizado por diferentes escritores y en diferentes momentos, épocas y circunstancias, sin que su sentido se agote, aunque, dijo ha sido uno de los poemas más analizados.
El cuarteto de metales Abrassax durante su participación en la XXXI Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería.
Intervención musical
del cuarteto Abrassax
El Cuarteto de metales Abrassax, ensamble de saxofones de Sylvain Vergés, brindó un ecléctico programa, que fue del jazz a pobras clásicas de cámara durante su presentación en la XXXI edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Mineria, como parte de la oferta artística organizada por Michoacán, estado invitado.
Integrada por maestros del Conservatorio de las Rosas como “un ensamble atípico y rico cuyo trabajo se puede comparar en riqueza y potencialidad sonora con el Quinteto de Metales y aún con un Cuarteto de Cuerdas”, Abrassax presentó parte de su repertorio, compuesto de adaptaciones de obras clásicas, composiciones originales, así como arreglos de música tradicional michoacana y música popular mexicana. El público asistente al Salón de Actos del palacio de Minería pudo apreciar temas de George Benson, George Gershwin y Javier Álvarez, entre otros, interpretados por la agrupación en el siguiente formato: Silvayn Vergés, soprano; Juan Carlos Guerra, tenor; Rigoberto Ramírez de la Rosa, alto, y Guillermo Portillo, barítono.
Los libros Inventar París, de Ernesto Hernández Doblas (poesía), y La Poética de José Gorostiza y un modelo de interpretación de Muerte sin fin, de Francisco Javier Larios (ensayo), ganadores del Premio de Poesía “Carlos Eduardo Turón” y de Ensayo “María Zambrano” respectivamente, abrieron este jueves la serie de publicaciones que el Gobierno del estado de Michoacán, a través de la Secretaría de Cultura, está presentando en la XXXI edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Sergio Julián Monreal y Juan García Tapia fueron los responsables de presentar dichos libros.
De izquierda a derecha, los comentaristas Sergio J. Monreal y Juan García, acompañados por el autor Francisco Javier Larios.
La omnipotencia
del lugar común
Por principio de cuentas, Sergio J. Monreal indicó que el poemario Inventar París está regido por la omnipotencia del lugar común que pauta su concepción y desarrollo, pero el lugar común no entendido como una fórmula trillada sobre lo real, sino como un concepto que significa muchas cosas más. En este sentido el lugar común es un punto de confluencia que genera una amplia gama de posibilidades.
Monreal citaría la obra Rayuela, en la que Julio Cortázar también apeló al lugar común alusivo a la malograda relación amorosa de los personajes, lo que lo convierte en una fuente de misterio en torno a los temas de la vida y del ser. En este tenor, indicó que esta experiencia amorosa es el punto de partida para conectarse con las preguntas esenciales de la existencia humana.
Monreal mencionó como otro lugar común dentro de la obra de Ernesto Hernández Doblas la imagen de la ciudad como metáfora de la modernidad de nuestro tiempo.
Es así que se presenta una mezcla que conjuga la travesía amorosa y la ciudad, emergiendo nuevos lugares comunes y, como consecuencia de lo anterior, aparece entonces la teatralización de las cosas, entendida ésta como el drama, permitiendo al lector encontrar rutas más fecundas.
Agregó el autor de La sombra de Pan que Hernández Doblas se ve envuelto en un juego, al alcanzar la máxima distancia con algo que le es suyo, al lograr que la mirada del enamorado se convierta en la experiencia amorosa como un puente de interlocución universal.
Frente al público asistente a la presentación Monreal Vázquez indicó que, en razón de sus recursos expresivos, Hernández Doblas está cerca de la obra de Ramón Martínez Ocaranza, personaje central de la literatura michoacana, aunque se separa de él al hablar del amor.Abundó de ese caudal de imágenes e impresiones brota una frase que equilibra todo lo demás en un prodigio milagroso: “es como si el lector fuera arrastrado en un mar pasional y, de pronto, ese mar se detuviera”. Para finalizar, invitó al público a leer la obra, y buscar la complicidad con el autor.
El autor michoacano Francisco Javier Larios, durante la presentación de su libro La Poética de José Gorostiza y un modelo de interpretación de Muerte sin fin.
Muerte sin fin y
el tema inagotable
Por su parte Juan García se refirió al libro escrito por Francisco Javier Larios, quien realiza un análisis literario generacional, histórico y filosófico sobe el poema Muerte Sin fin escrito por José Gorostiza, desde su presumible concepción hasta su instalación privilegiada dentro de la literatura mexicana.
Sobre el particular, consideró que el grupo de Los contemporáneos, del que Gorostiza formaba parte, creó su propia escuela, como parte de un proyecto en común con objetivos abiertamente planteados, por lo que Muerte sin fin es una obra premeditada en sus planteamientos.
Sobre la cantidad de los escritos de Gorostiza, García Tapia expresó que la redacción de este poema dejó a su autor “en la sequedad creativa”, al producir solamente dos obras.
Del tema de la muerte como punto central en la obra de José Gorostiza, García Tapia dijo que cada integrante del grupo de Los Contemporáneos la abordó según la raigambre de la cultura mexicana, comprendiendo e incluyendo este elemento cultural en sus propósitos literarios.
Abundó que el poema en cuestión, que está conformado por 700 versos, “ha trascendido como sublime y entrañable” y en él la muerte trabaja de manera constante y gustosa.
Más adelante, Francisco Javier Larios precisó que quien se metió a las entrañas de la muerte fue Jorge Cuesta, quien fue el primer crítico de Muerte sin fin.
De los contemporáneos aclaró que sus miembros ejercieron de manera sobresaliente la crítica y la autocrítica como una forma de hacer una nueva literatura mexicana, con rigor y exigencia para su propia obra, que tenía altos niveles de abstracción. El autor finalizó su presentación diciendo que el texto de Gorostiza es casi perfecto y ha sido analizado por diferentes escritores y en diferentes momentos, épocas y circunstancias, sin que su sentido se agote, aunque, dijo ha sido uno de los poemas más analizados.
El cuarteto de metales Abrassax durante su participación en la XXXI Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería.
Intervención musical
del cuarteto Abrassax
El Cuarteto de metales Abrassax, ensamble de saxofones de Sylvain Vergés, brindó un ecléctico programa, que fue del jazz a pobras clásicas de cámara durante su presentación en la XXXI edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Mineria, como parte de la oferta artística organizada por Michoacán, estado invitado.
Integrada por maestros del Conservatorio de las Rosas como “un ensamble atípico y rico cuyo trabajo se puede comparar en riqueza y potencialidad sonora con el Quinteto de Metales y aún con un Cuarteto de Cuerdas”, Abrassax presentó parte de su repertorio, compuesto de adaptaciones de obras clásicas, composiciones originales, así como arreglos de música tradicional michoacana y música popular mexicana. El público asistente al Salón de Actos del palacio de Minería pudo apreciar temas de George Benson, George Gershwin y Javier Álvarez, entre otros, interpretados por la agrupación en el siguiente formato: Silvayn Vergés, soprano; Juan Carlos Guerra, tenor; Rigoberto Ramírez de la Rosa, alto, y Guillermo Portillo, barítono.
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