Olvidados por

los centenarios


El busto de Concha Urquiza, en la calzada de los poetas, en terrenos del Centro de Convenciones de Morelia.

Los festejos que se organizan en Michoacán para conmemorar el bicentenario del comienzo de la guerra de Independencia y el centenario del estallido de la Revolución Mexicana corren el riesgo de dejar en el olvido a algunos de los personajes más significativos que tiene nuestro Estado en el contexto de tales celebraciones.
Tales serían los casos de la poetisa Concha Urquiza, del compositor Miguel Bernal Jiménez y del periodista Alejandro Ruiz Villalós, los tres nacidos en 1910.
Otro personaje michoacano que también se ve amenazado por la amnesia histórica es el general José Rentería Luviano, uno de los combatientes que enarboló los ideales más auténticos de la Revolución Mexicana, pero que al entrar en conflicto con el gobierno de Obregón, en 1923, fue perseguido y finalmente asesinado dos años más tarde.
A Rentería se vienen a sumar los nombres de Cecilio García, Manuel M. Gómez y aún el de Salvador Escalante.
De todos ellos poco o nada se ha proferido en relación a las conmemoraciones que tienen atareadas a las comisiones, grupos e instancias gubernamentales, legislativas et al encargadas de programar, realizar y difundir las acciones festivas, honomásticas o evocativas.
Estos y otros personajes fueron recordados el sábado 16 de enero por el historiador Ramón Sánchez Reyna dentro de una charla dedicada a puntualizar las omisiones más notables que se han registrado hasta ahora al hablar de las actividades conmemorativas del bicentenario del movimiento insurgente y del centenario del movimiento armado de 1910.


El compositor michoacano Miguel Bernal Jiménez. Poco se ha hablado de él en el contexto de los festejos centenarios.

Cuestión de perspectiva
Durante la charla, que formó parte del programa semanal Morelia, ciudad con historia, Sánchez Reyna señaló que el 2010, para Morelia, no representa solamente los festejos de hechos directamente relacionados con la independencia y con la revolución.
“Hay que saber vincular los hechos históricos –señaló–. Ahí tenemos por ejemplo un personaje como el doctor Nicolás León (Quiroga, 1859-1929), que muy posiblemente sea el médico más importante que ha dado México y a quien le tocó vivir precisamente en el contexto del México de la Revolución. O a Miguel Bernal Jiménez (Morelia, 1910-1956), quien fue un integrante significativo del movimiento nacionalista mexicano”.
Desde una perspectiva similar ubicó a la poetisa Concha Urquiza (Morelia, 1910-1945), quien nace en el año en que comienza la Revolución, pero cuya importancia, en el ámbito del México de comienzos del siglo XX estriba en que fue una mujer moderna de su tiempo. “Fumaba, era maldicionenta, pero también muy devota”. El historiador recordó que Conaculta prepara en estos momentos una nueva edición que se ocupa de la obra de esta autora, la cual se ubica a la altura de Rosario Castellanos y apenas por debajo de Sor Juana Inés de la Cruz, pero de la cual “los grandes públicos no conocen gran cosa porque poco se ha hecho por difundirla”.
En un estado similar se encuentra el poeta jiquilpense Ramón Martínez Ocaranza (1915-1985), cuya obra se dedica a desentrañar poéticamente muchas de las características del México que nació con la Revolución Mexicana, varias de ellas de naturaleza política. De Martínez Ocaranza el ponente recuperó de manera especial los títulos Vocación de Job y Otoño encarcelado.
El general Francisco J. Múgica, personaje michoacano nacido en Tingüindín fue otro de los citados por el historiador, quien recordó que fue militar revolucionario, general de división, constituyente en 1917 y gobernador de varias entidades, entre ellas Tabasco, en la que emprendió un proyecto denominado La República Educativa que ameritaría un esfuerzo de divulgación por lo que el proyecto implicó para fortalecer una idea de nación.


El general huetamense José Rentería Luviano, otro de los personajes olvidados hasta hoy en las conmemoraciones de la Independencia y la Revolución.

También la arquitectura
Entre uno y otro personaje, el historiador ofreció asimismo un breve recorrido por elementos arquitectónicos morelianos que también podrían ser objeto de atención en el contexto de los festejos, ya que se trata de obras cuyos estilos nos hablan elocuentemente de las ideas que prevalecían en los tiempos de los conflictos armados que se conmemoran.
Entre estos protagonistas de la historia citó los quioscos de la Plaza de Armas y del bosque Cuauhtémoc. El primero de ellos tiene la característica de ser el último quiosco de origen británico que queda en todo México “porque conforme iban pasando de moda se les desmantelaba y se les convertía en chatarra para poner uno nuevo en su lugar”. Por lo demás, quioscos como ese datan de los tiempos del régimen porfirista y dan cuenta de los modelos de vida a que aspiraban las clases poderosas, pero también de los entornos que se volvieron familiares para el pueblo durante sus reuniones.

Observaciones precisas
A lo largo de la charla no faltarían las críticas específicas, coloreadas con el sabor de la confidencia, hacia diferentes hechos que se vienen dando en el contexto de las conmemoraciones.
Entre ellas sobresalió una observación al acto oficial emprendido el 21 de diciembre para conmemorar el bicentenario de la Conspiración de Valladolid, con la asistencia del presidente de la República.
“El orador oficial iba a ser el historiador Carlos Herrejón, pero de último momento lo fue el presidente municipal de Morelia, Fausto Vallejo, quien ocupó su intervención en pedir perdón por la muerte de la mujer que sufrió el atentado con una granada en Tres Puentes. No digo que no sea un hecho importante, pero sustituir una cosa por otra en el marco de un acto de conmemoración es una burla a la memoria histórica”.
Una observación más se la dedicaría a la manera en que la paraestatal Teléfonos de México se ha sumado a los festejos de conmemoración. “Te van a cobrar tres pesos por minuto para darte información sobre determinados monumentos históricos relativos a la independencia que figuran en una guía que abarca varios estados del país. Hay que marcar un número específico para eso. De entrada, no lo podían hacer gratis porque a lo mejor Slim se queda pobre –ironizó–, pero lo más delicado es que el impacto de divulgación masiva de esa estrategia es muy inferior a lo que se lograría a través de acciones alternativas, pero que no le dejarían ganancias al conocido empresario mexicano”.
En todo caso, a lo largo del encuentro Sánchez Reyna mostró su malestar como historiador por lo limitado de los enfoques que se están aplicando para los festejos y por lo poco que se está abordando a determinados personajes. “No sé –reincidiría–. Es el centenario de Bernal Jiménez. Tendría que ser un año de grandes festejos, pero no se escucha absolutamente nada”.
La historia es válida –concluyó– cuando crea conciencia en los individuos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario