II Coloquio de la Muestra Estatal

Teatro: Ficciones para

comprender la realidad


Roberto Briceño Figueras, director del grupo Contrapeso, de Morelia

“Hice ¿Y si Heidegger no hubiera muerto? para que los jóvenes tengan la oportunidad de preguntarse ‘¿quién soy?’. Me parece que es una pregunta fundamental en un país donde el gobierno miente, donde vivimos un estado militarizado en el que predomina la doble moral y la verdad se oculta”, señaló el director Roberto Briceño Figueras al participar en la primera sesión del II Coloquio de la Muestra Estatal de Teatro, celebrado ayer en el foro La Bodega, en la capital michoacana.
El también filósofo y catedrático universitario consideró que, sin perder los perfiles propios de su ámbito estético, el teatro es un medio legítimo para provocar o ayudar al ejercicio del pensamiento crítico, facultad que consideró en retroceso ante un escenario neoliberal que privilegia a la corrupción, al individualismo a ultranza y a la transformación de la gente, ya no en un testigo activo, sino en espectadora pasiva de cuanto acontece a su alrededor.

Breve sesión
El coloquio, convocado por el departamento de Teatro de la Secretaría de Cultura, celebró su primera sesión este lunes ante una reducida concurrencia. En la mesa de panel estuvieron presentes María Elena Barrientos (Compañía Teatral Cacofonía), Aidet Fuentes y David Hurtado (Silencio Teatro), Roberto Briceño (Asociación Teatral Contrapeso), José Refugio García (Espacio Escénico), Angie Suárez (Teatro Libre de Los Reyes) y Luis Gonzalo Chávez (Sociedad Escénica Uruapan), representantes de las seis puestas en escena ofrecidas hasta el momento.
La actividad comenzó a las 17:00 p.m. y para su desarrollo se había reservado un espacio de tres horas, ya que la siguiente actividad comenzaría hasta las 20:30 p.m. en el teatro Ocampo (la puesta El cepillo de dientes, con la compañía Expresión Teatral). Sin embargo, el diálogo y las intervenciones en esta primera sesión se finiquitaron en poco más de una hora y media. La dinámica del encuentro se organizó de la siguiente forma: en una primera parte cada panelista expuso brevemente los hechos significativos en torno al proceso de su puesta en escena, moderados por Teresa Chavira, del departamento de Teatro de la Secretaría de Cultura estatal; en un segundo tiempo se procedió a la sesión de preguntas y respuestas. Puntualizo a continuación lo esencial de la velada.


Aspecto general de la mesa del panel durante la sesión de diálogo


Reflexión y crítica
Aunque todos los coincidieron (como corresponde) en que el público y el diálogo con él es el leit motiv de su trabajo sobre la escena, hubo matices en la forma de pensar en esta relación.
Para el filósofo y teatrista Roberto Briceño, el tema de la verdad (no de las “verdades eternas” inasibles, abstractas, sino la experiencia muy concreta de las verdades del hecho individual, que siempre son precisas y contundentes) es el eje de sus preocupaciones, particularmente en un país como el México actual, de cuyo gobierno cuestionó el disimulo, el doble discurso y las mentiras. Consideró que ningún desarrollo humano auténtico es posible desde la mentira y desde esa posición propuso al teatro como una experiencia que puede reflexionar críticamente sobre la realidad y contribuir, de ese modo, a activar la reflexión de los espectadores.

José Refugio García, titular de la agrupación Espacio Escénico

Respaldo didáctico
Por su parte, el realizador José Refugio García, de Espacio Escénico, propuso que el teatro puede contribuir también a enriquecer las asignaturas que los públicos jóvenes cubren en la escuela, fortaleciendo así la labor docente en planteles de educación media y superior, y dando atención a un sector tradicionalmente descuidado en los ámbitos escénicos.
No fue otro, dijo, el motivo de elegir el texto de Octavio Paz acerca de La hija de Rappaccini (una obra casi desconocida del premio Nobel de literatura).
“El conflicto entre darketos y punketos que se desató a comienzos de 2008 –precisó– fue el suceso que me hizo recordar este texto de Paz y me llevó a montarlo con el fin de que precisamente ese tipo de jóvenes fueran los recipiendarios de su mensaje”.
Puntualizó que la obra plantea temas vigentes para los jóvenes: “el amor, a veces platónico por imposible, y la relación de esta imposibilidad con el abandono de sí mismos casi hasta la muerte; la culpa que tiene nuestra sociedad por llevar el progreso al grado de tocar con la ciencia los límites de lo humanamente tolerable y olvidar los valores que llevaron una generación a soñar con el ‘Mundo Feliz’ que jamás lograrían ver; el reclamo de los hijos a los padres por ser traídos a un mundo que no les funciona, o en el que no funcionan, así como la pugna entre el conocimiento científico y el conocimiento ‘mágico’ ”.
En términos didácticos, ponderó que la obra es afín a las asignaturas de español en los planteles de secundaria y a materias de literatura y humanidades en los niveles de bachillerato y licenciatura. El perfil del trabajo le permitiría ser incluido en el programa nacional “Teatro Escolar”.

Angie Suárez, de Los Reyes y Luis Gonzalo Chávez, de Uruapan

Compromiso con el público
A su vez, la directora de la pieza Entre nos, del grupo Teatro Libre de Los Reyes, acentuaría la responsabilidad social en la elección de ese texto al aducir: “Tengo dieciséis años trabajando en la escena y considero que la obligación de nuestro grupo, trabajando como lo hacemos en un pueblo chico donde prácticamente no hay nada en términos de teatro, es dar todo lo posible, todo lo que tenemos, todo lo que podemos hacer. Esto significa abrir conciencias a través del teatro, porque no se trata solamente de buscar la carcajada”.
Remarcó que Entre nos es una obra pensada muy específicamente para hablar de un problema de las mujeres: la soledad. Señaló que, en su experiencia, son los públicos adultos y particularmente los de la tercera edad quienes más acuden al teatro en una localidad como la suya, así como los niños. En el caso de los adultos mayores, consideró: “ese interés de ellos por el teatro me parece importante porque se trata además de la gente que sí se atreve a hablar, a cuestionar las cosas”.
Por otro lado, en el caso de los niños, habló del compromiso de formar nuevos públicos desde edades tempranas.

Tres de los pequeños participantes de la puesta en escena El príncipe que tenía que trabajar para seguir siendo príncipe.


Formar generaciones
María Elena Barrientos, productora y asistente general en el montaje de El príncipe que tenía que trabajar para seguir siendo príncipe, del grupo Cacofonía, acudió acompañada por tres de los niños integrantes del elenco. Barrientos habló sucintamente de la experiencia de realizar un montaje con niños, apoyados con la asesoría de Perla Szuchmacher, con quien se adaptó el texto original. La obra participó en un festival nacional de teatro infantil realizado en Campeche y el montaje procuró aprovechar el ludismo natural de los niños para llevar eso al ámbito de la actuación. Consideró la experiencia importante porque colabora a formar generaciones de espectadores y de teatristas, sembrando la semilla de la curiosidad en torno al ámbito escénico.
Por su lado, los niños asistentes se declararon felices de haber participado en esta experiencia.

En pos de un texto nacional
En su turno, los dos actores protagonistas de Round de sombras, Aidet Fuentes y David Hurtado, explicaron que el proyecto de la puesta surgió como un requisito de la Escuela Popular de Bellas Artes para el examen de cuarto año de Ramsés Figueroa en la materia de dirección.
“El procuró encontrar un texto mexicano –dijeron–; le interesaba realizar una puesta nacional en el sentido de que el tema y el tratamiento tuviera qué ver con nosotros, con la gente”.
Detallaron que el desarrollo fue, ante todo, muy divertido “y con muchos contratiempos, pero finalmente creop que tuvimos un buen resultado”, dijo Aidet. “Nos quedamos con ganas de montar Aspirinas para desahuciados y Manicure” (las otras dos obras del tríptico Químicos para el amor).
La actriz también considero que fue afortunado para la obra el que, “temperamentalmente, en la vida, David y yo somos agua y aceite”, toda vez que sus personajes también son antagonistas en la puesta en escena. “Emocionalmente fue un trabajo muy fuerte para ambos: a veces acabábamos amándonos y otras odiándonos. Pero creo que esto sirvió desde nuestras personas de diario para construir estos personajes tan complejos”.

Los actores Aidet Fuentes y David Hurtado, de Round de sombras.


Experimentos y taller
Interrogados por la forma en que se determinó darle una “segunda vuelta” a la pieza Round de sombra (que para rebasar los 50 minutos de tiempo mínimo que pide la Muestra Estatal fue representada dos veces, la segunda de ellas con los roles de los personajes invertidos), los actores explicaron:
“La idea surgió durante una de las sesiones del curso de Análisis activo de dirección impartido por Fausto Ramírez hace unas semanas. Fue un simple experimento, un ‘¿qué pasaría si…?’ que, finalmente, nos ha abierto otro camino para explorar a los personajes”.
“Al correr la obra al revés, en este sentido de invertir a los personajes, vimos cómo el discurso cambiaba, a pesar de lo cual es muy inquietante descubrir que el público, de una o de otra manera, sigue pensando por lo general que Julia siempre tiene la culpa. Al correr la obra tal como es, ella se merece que le arrojen el ácido a la cara porque ha sido muy alevosa. Pero al correr la puesta al revés, ella sigue siendo culpable porque es una ‘loca posesiva’. Y nosotros nos preguntamos qué pasa con esta sociedad que cuestiona de esa manera a la mujer”.
También experimental, en el sentido de probar experiencias nuevas para el grupo, fue lo que hicieron los los integrantes de la Sociedad Escénica Uruapan, cuyo director, Luis Gonzalo Chávez, habló de los motivos para adaptar La casa de Bernarda Alba y llevarla a la escena representada con puros varones en los roles de las mujeres. “Eso es algo –dijo el director– que yo nunca había hecho en los diez años que tengo dedicándome a la escena”. Consideró la experiencia como importante, aunque concedió que no se trata de algo nuevo en la escena del teatro internacional pero sí del teatro en Uruapan. “Nuestro mayor desafío consistió en resolver con dignidad, porque siempre estuvimos en la cuerda floja y era fácil caer en lo grotesco”.

Una asistencia austera marcó esta primera sesión del coloquio.


Crítica, actuación y eclecticismo
La única crítica en esta primera sesión de encuentro, entendida la crítica como cuestionamiento, fue para José Refugio García y las limitaciones actorales de su elenco en La hija de Rappaccini. La observación, formulada por Gabriela Eos, de que el realizador había “fallado” con sus actores, fue rebatida por García, quien adujo: “Lo que sucedió con lo actoral no fue un descuido. A los jóvenes no les cayeron varios veintes, pero ese era un riesgo a correr y yo quiero insistir en que mi decisión de trabajar con un elenco variopinto, procedente de distintas tendencias y niveles, fue totalmente deliberado y quiero confirmar mi tesis de que ha sido un logro trabajar así, con un elenco tan ecléctico. Asumo mi responsabilidad de no haber podido llegar al cien por ciento, pero no abandono el trabajo”.
El asunto de lo actoral también tuvo sus espacios. Roberto Briceño bocetaría las premisas de su trabajo, afín a las tendencias pronunciadas desde hace más de doscientos años por Diderot, en el sentido de distinguir lo que implica interpretar en vez de representar. A su vez, José Refugio García hablaría sucintamente de la técnica actoral de Antonio González Caballero como su instrumento de trabajo en La hija de Rappaccini. Para los integrantes de Cacofonía el asunto fue resuelto desde la dimensión del juego.
Finalmente, José Luis Pineda, presente entre el público, formularía la propuesta de no desdeñar una idea tan significativa como la de pensar en los jóvenes a la hora de hacer teatro. “Deberíamos apoyarnos para hacer más teatro para jóvenes y para colaborar entre nosotros mismos. Un superesfuerzo en beneficio de todos”.

HOY EN LA MUESTRA

Martes, junio 23
Retratos
He aquí el primer trabajo escénico totalmente local que veremos en la muestra, escrito y dirigido por Luis Jesús Cisneros Arévalo y a cargo del grupo “Arte Alterno”. La sinopsis en el programa de mano dice: “La vida son historias que nosotros mismos creamos con instantes, olores, pasiones, sabores, recuerdos, son imágenes que construimos día a día, son Retratos que plasman un sentir”.
Foro La Capilla José Manuel Álvarez. Casa de la Cultura. 18:00 p.m. Entrada libre

Delgadina y la reina, su madrina
La célebre historia (difundida en un romance popular del siglo XVII) acerca de una joven acechada por su padre incestuoso, fue retomada en 1994 por la dramaturga Norma Román Calvo, quien con esta farsa se ganó el primer lugar en el concurso “Obra de Teatro” convocado por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM que, a la sazón, celebraba 70 años de su fundación. El texto ha sido recuperado por alumnos de 2° grado de la carrera de teatro de la EPBA y por los realizadores Valentín Orozco y Claudia Fragoso.
Foro La Bodega, 20:30 p.m. Entrada libre.