Cuando la joven Alicia ya está harta de la familia y atraviesa la típica crisis juvenil en pos de sentidos para el mundo, decide poner tierra de por medio y se lanza hasta el extremo más sureño de la Argentina (el culo del mundo, como solemos decir), a la provincia de Calafate, en La Patagonia. Su viaje responde, en el fondo, a la obsesión de encontrarse a solas con la nieve y alcanzar el célebre Perito Moreno, en el Parque Nacional de los Glaciares.
Directa y sin mayor complicación, esta es la anécdota del primer largometraje “no oficial” de la cortometrajista Elisa Miller (Palma de Oro en Cannes 2007 con Ver llover), quien todavía afina sus recursos discursivos para la que considera será en verdad su próxima primera película.
El filme, presentado en la sección oficial en competencia por mejor largometraje, se exhibió el miércoles y ha resultado una discreta road movie, mucho más ocupada en registrar sensaciones que en contar una historia.
En este sentido, en el de plasmar una subjetividad que busca su propio lugar en el mundo, a una edad en la que nada está definido, la cinta es una correcta aproximación al tumulto de sentimientos, pulsiones y soledades juveniles.
Por detrás de las mínimas anécdotas (el encuentro de Alicia con otros jóvenes argentinos que le comparten algunas de sus propias dudas y estilos de vida; su fallido intento de prosperar en un curso de acrobacia, en el cual, sin embargo, traba amistad con su instructor; así como su encuentro con un afable y joven velador que cuida uno de los hoteles de la zona, desierto porque están “fuera de temporada”), la cinta consigue enganchar al espectador atento con esa sensación de indefiniciones que bordea continuamente la pregunta (universal) del “¿qué estoy haciendo aquí?”.
Al término de la proyección, durante la conferencia de prensa, pude agradecer a la cineasta por “llevarme de viaje con ella”. Mientras, Miller, su productor (Christian Valdelièvre) y otros creativos del filme explicaron que Vete más lejos, Alicia, ha sido ante todo un experimento, la respuesta a un impulso para filmar sin guión ni otro preparativo que no fueran algunas charlas previas acerca de ideas generales.


La libertad de esta forma de “producción en vivo”, como la definiría Valdelièvre, me resulta afortunada, siempre y cuando no se le saque de su contexto como una experiencia de ensayo y aprendizaje. Y la verdad es que, sin mayor aspiración, esa es la dimensión de la película y el resultado cumple satisfactoriamente: nos plantea un personaje que parte en pos de lo Porvenir Desconocido (un poco a la manera de A tiro de piedra, de la que creo sinceramente que puede ser la ganadora de esta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia) y que luego de probar experiencias, algunas tan cotidianas como las que pudo practicar en su México natal, termina con un enorme fundido en blanco al alcanzar la meta de sus esfuerzos: el glaciar de Perito Moreno, en el extremo más sureño del continente y en el Nadir de una crisis existencial que a partir de ese momento, como proceso interior, puede abrir nuevas rutas. Y es que, cuando tocas el sótano, como ocurre con el personaje del filme, no queda enfilar hacia ninguna otra dirección que no sea hacia arriba.
Una experiencia discreta (reitero), pero satisfactoria.


Un still de Ana, cuyos realizadores aspiran estrenar en 2012. Para el proyecto de largometraje se precisan diez millones de pesos.

Con la promesa (muy razonable, dado el primer resultado) de convertirla en “un parteaguas en la historia de la animación en México”, el cineasta Carlos Carrera presentó esta semana, dentro del Festival Internacional de Cine, un teaser de cuatro minutos de Ana, un filme que requiere cien millones de pesos para ser concluido y que, en consecuencia, viene duplicando el presupuesto de la que hasta hoy ha sido la película más cara en México ( Arráncame la Vida, de Roberto Sneider).
Esta es la primera vez que Carlos Carrera, (La mujer de Benjamín, La vida conyugal, Sin remitente, Un embrujo, El Crimen del Padre Amaro, entre otras), trabaja en un proyecto de largometraje animado. Sin embargo, tiene en su haber una referencia indispensable: el cortometraje El Héroe (1994), por el cual recibió una Palma de Oro en el Festival de Cannes.
El encuentro con la prensa y con el público, el jueves, tuvo como objetivo promover el proyecto y allegarse fondos. El teaser ofrecido corresponde a la escena número cuatro del filme, cuando Ana duerme al lado de su madre, la cual está interna en un pabellón psiquiátrico, y la niña es despertada por ruidos en el pasillo. Asaeteada en su curiosidad, Ana investiga y descubre a uno de los diversos “amigos imaginarios” que habitan el pabellón, producto de las mentes asiladas en el lugar por diversas patologías.
El realizador adelantó que la historia parte de un cuento escrito por Daniel Emil –quien también es autor del guión- ambientada en los años 50.
Ana es una producción de LoColoco Films, un estudio de animación creado especialmente para hacer la película, en coproducción con Grado Cinco y con el apoyo de firmas privadas como Santander, Liverpool y Prosoft.
Acompañan a este post, tanto un fragmento del teaser de Ana como el corto El Héroe, realizado por Carrera hace 16 años.

Ana / Carlos Carrera, 2010 (proyecto en digital 3D)


El Héroe / Carlos Carrera, 1994 (Palma de Oro en Cannes)




En el marco de una serie de acciones organizadas para su despliegue en un periodo de 25 años, con miras a elevar la calidad de la educación en el país, la asociación Primero México presentó dentro del Festival Internacional de Cine un avance del largometraje documental De panzazo, emprendido por el director Juan Carlos Rulfo.
Para anunciar el proyecto y ofrecer el teaser, se organizó una función-conferencia con los medios en la que estuvieron presentes el cineasta Juan Carlos Rulfo; el conductor del informativo 1N, de Televisa, Carlos Loret de Mola; el empresario Alejandro Ramírez, de Cinépolis y presidente del FICM, y David Calderón, presidente de Primero México.

Durante su intervención el empresario Alejandro Ramírez brindó cifras alusivas al estado que guarda el sistema educativo mexicano y, sobre todo, a la eficacia terminal en educación media básica y media superior, mostrando indicadores extremadamente pobres. Explicó en ese sentido que, de no emprenderse acciones inmediatas, las expectativas de desarrollo social en el país son muy sombrías para el futuro inmediato.
Indicó que el cine es un medio útil para sensibilizar y crear conciencia acerca de distintos temas, por lo que la empresa Cinépolis ha decidido sumarse a la causa de la organización Primer México, cuyo objetivo es involucrar activamente a padres de familia en todo el país para emprender acciones en beneficio de la educación de sus hijos.
“En los últimos años –dijo– hemos constatado que el cine ha sido un medio exitoso para sensibilizar a las sociedades en materia de temas como el cambio climático y la protección del ambiente o de los derechos humanos”.
En este tenor, el documental De panzazo, que en estos momentos se encuentra en postproducción bajo la responsabilidad del cineasta Juan Carlos Rulfo, busca movilizar a los padres de familia para exigir tanto a las autoridades educativas como a los sindicatos que se inicien trabajos serios para combatir la pobreza educativa del sistema, así como para proponer alternativas y comprometerse más en esta asignatura. “No queremos encontrar o señalar culpables, sino que todos nos unamos y consideremos asumir la responsabilidad que concierne a cada quien", indicó.

A su vez, el cineasta Juan Carlos Rulfo explicó cuál ha sido la principal estrategia emprendida en el documental. Hizo énfasis en que los padres de familia no saben realmente qué es lo que ocurre en las aulas escolares a las que acuden sus hijos, tanto en materia de disciplina como de aprovechamiento académico. “Ese es uno de los muros con los que se topa cualquier intento por conocer el estado real de la educación”.
Para resolver ese vacío, así como para documentar y mostrar de primera mano el estado que vive la educación en México, los involucrados en el documental le dieron pequeñas cámaras de video a diferentes alumnos de nivel secundaria en planteles de varios estados del país y del DF, para que grabaran lo que habitualmente ocurre en sus salones de clase y registraran cómo se conducen los profesores, qué tan firme es la disciplina y, en general, cómo interactúan entre sí los alumnos.
“El resultado de este experimento –adelantó Rulfo– es impresionante”.

Un aspecto general a la conferencia de prensa, en el marco del FICM.

Al lado de los testimonios videograbados por los jóvenes y adolescentes en sus escuelas durante el año pasado, el documental De panzazo recoge entrevistas y testimonios del secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, y de la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, quienes hablan en torno al espinoso tema de practicarles evaluaciones y exámenes permanentes a los docentes, para confirmar tanto sus conocimientos académicos como sus habilidades didácticas o pedagógicas. También se da voz a padres de familia en un mosaico del que el teaser del filme, de ocho minutos de duración, brindó una primera probadita.

En su turno, el conductor del telenoticiero más popular de Televisa, Carlos Loret de Mola, describió cómo se involucró en esté proyecto, en el que inicialmente lo que pretendían sus interlocutores era que en su noticiero se diera mayor cobertura al problema de la educación en México.
Dijo que conforme se empapó de la situación quedó impactado, con las cifras y estadísticas que le mostraron que una inmensa mayoría de estudiantes de secundaria, con un pie en la prepa, no saben multiplicar y que también son incapaces de comprender realmente la mayor parte de los textos que leen.
También abordó el asunto de los exámenes a profesores y la corrupción asociada a tales evaluaciones. Ejemplificó con el caso de un profesor que, en un examen de 80 preguntas, contestó correctamente sólo siete de ellas, a pesar de lo cual fue acreditado para seguir al frente de un aula.
Un señalamiento pertinente del comunicador, dedicado ahora a los paterfamilias, se formulado en el sentido de que en México los padres de familia consideran a las escuelas sólo como “las guarderías más grandes del país”, gracias a las cuales pueden desentenderse de sus hijos durante seis o siete horas.
En este sentido, consideró que los jefes de familia necesitan involucrarse más con sus hijos y colaborar con ellos.

En el documental se expondrán los testimonios de alumnos pertenecientes al periodo escolar 2009-2010 en escuelas secundarias de la Ciudad de México, Morelia, Ciudad Juárez, así como ciudades y comunidades de Chiapas, Guanajuato y Guerrero.
David Calderón, de Primero México, señaló que se trata del documental más largo de la historia sobre lo que ocurre en las escuelas de México. Subrayó que los datos y cifras son verificables, y que el filme es un llamado a la conciencia social para sacudir el problema del estancamiento y deterioro en el proceso de enseñanza aprendizaje.
“Todo lo que queremos es presentar la realidad del sistema educativo en México pero no como una critica desesperanzadora, al contrario creemos que hay una luz al final de camino sólo que ya es momento de actuar como sociedad”.
El documental ha nacido recuperando los resultados de un estudio titulado Contra la pared, sobre el estado de la educación en México, del cual se dio una copia a los medios y que fue emprendido por Claudio González Guajardo.

EN VIDEO / Algunos momentos de la presentación



El cineasta mexicano Carlos Carrera presenta dentro del Festival Internacional de Cine de Morelia un avance de Ana, su más ambicioso proyecto en términos técnicos y también un punto de inflexión en su carrera; se trata de un largometraje emprendido en animación digital 3D que, a diferencia de otros proyectos suyos, estará por primera vez dedicado específicamente a un público familiar.
La música del filme está siendo emprendida por el compositor Víctor Hernández, un michoacano egresado de la Escuela Nacional de Música de la UNAM.
A causa de lo anterior, tanto Carrera como Hernández ofrecieron este miércoles una charla con estudiantes del Conservatorio, donde se abordó el tema de la composición de música para películas.
Hernández se explayó no solamente acerca del proceso creativo en este tipo de proyectos, sino de asuntos como los derechos de autor, las relaciones que se establecen entre el compositor y los responsables de la producción de un filme y del director y brindó consejos para quienes aspiren a desarrollarse en este ámbito del que, dijo, "es muy exigente".


A la vez, con Carlos Carrera, hubo espacio para anécdotas y apreciaciones en torno al proyecto, cuya anécdota tiene lugar en la década de los años cincuenta del siglo XX, cuando la Ana del título intenta rescatar a su madre de un hospital siquiátrico en el que ha sido abandonada por su esposo.
Este jueves, la prensa que cubre el festival podremos ver la primer escena concluida de Ana, que será estrenada en 2012. En estos momentos, la compañía productora de la cinta está emprendiendo una campaña para allegarse fondos y recursos.
El video, abajo de estas líneas, reúne sólo algunos de los momentos significativos del encuentro entre Carlos Carrera, Víctor Hernández y los alumnos del plantel que asistieron a la charla vespertina.


Carlos Carrera y Víctor Hernández en el Conservatorio


Los cortometrajes del 4º concurso nacional Transparencia en Corto fueron proyectados en el auditorio de la Casa Natal de Morelos, dentro del 8º festival internacional de cine de Morelia. El evento fue presidido por la coordinadora de contraloría del Estado, Rosa María Gutiérrez Cárdenas.
Antes de la proyección, la Contralora resaltó el impulso que la Comisión Permanente de Contralores Estados-Federación está dando a los jóvenes, mediante la creación de este vínculo Gobierno-Iniciativa Privada-Escuela, “con un tema tan importante como lo es la transparencia, el fomento a una cultura de Integridad y lucha contra la Corrupción, a través este espacio de expresión artística, el Concurso Nacional de Transparencia en Corto. Que ahora se presenta en un foro tan significativo como el 8º Festival Internacional de Cine de Morelia”.
A continuación, dio una breve introducción a los antecedentes de este concurso: “que tiene su origen en el año 2006 bajo el lema Por un México Íntegro, para el que se constituyeron tanto instancias gubernamentales de los distintos órdenes de gobierno, como el sector cinematográfico y algunos medios de comunicación para la realización del mismo. Y así, año tras año ha venido de menos a más en cuanto a participación”.
Mencionó que se tiene en puerta el 5º Concurso, que en este año nos ha tocado organizar a nosotros, la Coordinación Regional (Centro Pacífico), misma que tengo el honor de presidir y que incluye a los estados de Morelos, Querétaro, México, Guerrero y DF.
Asimismo agradeció a la concurrencia y dio lugar a la intervención de Marco Antonio Abaid Kado, Secretario de la Contraloría del Estado de México y Coordinador de la Comisión de Contralores Estados Federación. Quien a su vez destacó la participación de los jóvenes y el interés por los temas inherentes a la lucha contra la corrupción.
Finalmente, exhortó a la audiencia a ver con atención los cortos y transmitir los valores fundamentales de honestidad que en éstos se plasma.
Al evento asistieron Víctor Pérez Castro, Director de Vinculación con Estado, Municipios, Sociedad Civil en la Secretaría de la Función Pública y Cristian Castillo Vera, representante de la Secretaría de la Gestión Pública del Estado de Guanajuato, y finalmente personal de representando a la Contraloría de Guerrero.

Una imagen del filme Ágora, en el que el cineasta Alejandro Amenábar recupera la historia de Hypatia, la matemática y filósofa grecorromana que murió a manos de los cristianos hacie el Siglo IV de nuestra era. El filme se exhibe a las 22:30 horas en Cinépolis Morelia centro, sala 2.

LAS RECOMENDACIONES DE HOY:
El prisionero trece / Fernando de Fuentes / 11:45 / Sala 5
Vuelve a la vida / Carlos Hagerman / 13:40 / Sala 2
Vete más lejos, Alicia / Elisa Miller / 18:30 / Sala 4
Nénette / Nicolas Philibert / 18:45 / Sala 3
Miedo y asco en Las Vegas / Terry Gilliam / 20:00 / Sala 5
Ágora / Alejandro Amenábar / 22:30 / Sala 2
Algunas obsesiones eróticas / 23:15 / Sala 1

El prisionero trece / Fernando de Fuentes / 76 min.
Primero de los filmes de la trilogía de De Fuentes acerca de la Revolución Mexicana. Durante el alzamiento de 1910, un militar ordena el fusilamiento de su propio hijo (el prisionero del título), sin reconocer su verdadera identidad. La censura de la época le impuso a De Fuentes un final que mitigara la crítica a las fuerzas castrenses: el coronel despierta, todo ha sido un mal sueño.
11:45 / Sala 5

Formas de amar a mi México / 35 min.
Un programa de siete cortometrajes realmente breves (ninguno remonta los 10 minutos), todos realizados por probados realizadores. Los títulos son:
El pozo / Guillermo Arriaga / 8 mins.
200 años de mexicanos en movimiento / Alejandro Springall / 4 mins.
Será por eso / Juan Carlos Rulfo / 4 mins.
Miedo a nada / María Novaro / 6 mins.
La marcha de Zacatecas / Carlos Bolado / 4 mins.
¿Verdad que no fue mi culpa? / Antonio Urrutia / 5 mins.
Una piedra en el camino / Carlos Cuarón / 4 mins.
12:00 / Sala 4

El maestro prodigioso / Rafael Corkidi / 83 min.
Tres historias confluyen en este filme que, ficcionalmente, plantea los desafíos de tres profesores que se miden contra los obstáculos del propio sistema educativo nacional. Los títulos son: Memoriales de un loco, La misión y El maestro prodigioso. Estreno.
12:15 / Sala 3

35 Años del CCC / 72 min.
Una selección de cortos delk Centro de Capacitación Cinematográfica que han participado en la sección oficial de competencia de Cannes. Los títulos son: El deseo / Marie Benito. Rebeca a estas alturas / Luciana Jauffred Gorostiza. El violín / Francisco Vargas.
13:00 / Sala 1

La princesa de Montpensier / Bertrand Tavernier / 139 min.
El veterano cineasta galo Tavernier desarrolla una historia de amor imposible entre dos personajes acomodados que viven en la Francia del siglo XVI, justo en lo más álgido de la Contrarreforma y las luchas entre protestantes y católicos. Un drama impecable, que explora la universal e intemporal tensión entre el deber y el deseo.
13:20 / Sala 4

Irma Vep / Olivier Assayas / 99 min.
Un cineasta en decadencia aspira a realizar un remake de Les vampiros, de Louis Feuillade, en este filme que se enmarca dentro del ciclo dedicado al polifacético realizador francés Assayas.
13:30 / Sala 5

Vuelve a la vida / Carlos Hagerman / 72 min.
Un documental muy divertido del codirector de Los que se quedan (con Rulfo). El filme recopila testimonios de Hilario Martínez Valdivia, un buzo acapulqueño, quien conquistó el corazón de una modelo estadunidense. El relato describe sus aventuras no sólo en el terreno deportivo, como el buceo y pesca, sino también como un "Latin Lover", que tuvo otras dos familias con cuatro hijos en cada una de ellas y mujeres extranjeras
13:40 / Sala 2

Copacabana / Marc Fitoussi / 105 min.
La historia de Babou, una mujer tranquila y jovial que nunca se ha preocupado por el éxito social. Pero, cuando descubre que su hija no piensa invitarla a su boda porque se avergüenza de ella, decide cambiar de vida. Herida en su amor de madre, Babou opta por vender apartamentos en Ostende, en pleno invierno. En el ambiente particular de esta ciudad balnearia fuera de temporada, intenta recuperar el aprecio de su hija y ofrecerle un regalo de boda digno de su nombre.
14:30 / Sala 3

Nadie es inocente 20 años después / Sarah Mister / 72 min.
2008, Ciudad Neza y la gran metrópoli. A través de los desplazamientos de Pablo El Podrido Hernández y Rafa Punk Rojas se entretejen las historias del Cienfuegos, de Benjamín El Costras, El Moroco, El Búho y de aquellos que ya no están, todos adultos jóvenes entre los 30 y 40 años. Los unen tres cosas: crecieron en Ciudad Neza, eran de la misma banda (Los Mierdas Punk) y fueron los personajes de un documental/ficción realizado entre 1985 y 1986, Nadie es inocente, de Sarah Minter. Veinte años después la directora reconstruye sus huellas y teje un nuevo mapa visual de la ciudad y otras geografías a través de la actualidad de estos personajes, confrontando sus logros, frustraciones y esperanzas con su pasado y sus sueños juveniles, contrastándolas con los nuevos jóvenes que pueblan las mismas calles y con aquellos que se fueron al otro lado.
15:00 / Sala 1

Martes después de Navidad / Radu Muntean / 99 min.
Filme rumano inscrito en la sección de estrenos internacionales del FICM. Un personaje que ama a dos mujeres se encuentra en una situación en la que debe abandonar a alguna antes de las conmemoraciones de Navidad.
15:30 / Sala 5

Cine Sin Fronteras Programa 1 / 116 min.
15:30 / Sala 2

Somos lo que hay / Jorge Michel Grau / 90 min.
Cuando el paterfamilia muere envenenado, los jóvenes hermanos Alejandro, Julián y Sabina, aún inexpertos y con más dudas que certezas, deben ocuparse de llevar el sustento al hogar. Pero esta situación, que es universal en la experiencia de cualquier familia que viva semejante trance, aquí se vuelve un poquito más literal, pues esta familia se ha venido dedicando a periódicos rituales caníbales que ahora es necesario perpetuar. Pero más que una película de género, el debut de Jorge Michel Grau procura una mirada híbrida que acentúa, grotescamente, disfunciones familiares y sociales contemporáneas.
16:00 / Sala 4

Waste Land / Lucy Walker / 99 min.
El título, que le guiña un ojo al célebre poema de T.S. Elliot corresponde a un documental que registra el trabajo del autor visual brasileño Vik Muniz para emprender una serie de retratos con material de desperdicio en Jardim Gramacho, el tiradero de basura más grande del mundo.
16:30 / Sala 3

Cortometraje Mexicano Programa 4 / 82 min.
Ocho títulos en competencia. Participan:
1. El cerebro • Alejandro Argüelles • 1 min
2. Tugging Hearts • Paula Assadourian • 1 min
3. Nubes distantes • Pierre Saint-Martin • 8 min
4. Mi niña • Horacio Ramírez • 20 min
5. Autoretrato • Alejandro Argüelles • 2 min
6. Recto recto gancho • Santiago Maza • 11 min
7. La ligera presión de un pensamiento • Paula Assadourian • 4 min
8. El venado y la niebla • Miguel Ángel Ventura • 35 min.
17:00 / Sala 1

Chang: A Drama of the Wilderness / Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack / 69 min.
Los padres del inmortal clásico King Kong (1933) rodaron este “melodrama selvático” silente seis años antes, en 1927. En él registran la vida de un humilde granjero en Isan (Tailandia) y su lucha diaria por sobrevivir en los escenarios selváticos de su tierra natal, en los que enfrenta tigres, leopardos y hasta osos. Todo verídico.
18:00 / Sala 5

Cortometraje Mexicano Programa 5 / 84 min.
Cinco títulos en competencia. Participan:
1. Como mirar bajo la lluvia • Lilia Deschamps • 15 min
2. Marea alta • Bárbara Ochoa • 16 min
3. De fut • José Ramón Chávez • 22 min
4. Desierto • Christian Rivera • 15 min
5. Atmósfera • Julián Hernández • 16 min
18:15 / Sala 2

Vete más lejos, Alicia / Elisa Millar / 65 min.
Filme en competencia oficial a mejor largometraje mexicano. La sinopsis dice: Es el viaje de Alicia, quien a sus 19 años irá hasta el fin del mundo para descubrirse sola frente a la inmensidad del universo.
18:30 / Sala 4

Nénette / Nicolas Philibert / 70 min.
El documentalista Philibert, quien visitó Morelia por primera vez en 2009, regresa este año al FICM con este filme dedicado a una de las orangutanes más longevas en cautiverio (40 años de edad y alojada en El jardín de las plantas, en París).
18:45 / Sala 3

Documental Mexicano / Programa 3 / 91 min.
Participan cuatro títulos en competencia oficial:
1. Carne que recuerda • Dalia Huerta Cano • 26 min
2. Barrios, beats y sangre • Ioan Grillo, John Dickie • 18 min
3. Sólo pase la persona que se va a retratar • Roque Azcuaga • 13 min
4. Daniel Reyes para presidente • Daniel Reyes • 34 min
19:00 / Sala 1

Miedo y asco en Las Vegas / Terry Gilliam / 118 min.
Un periodista y un misterioso abogado, ocupantes de un descapotable rojo, se encaminan a través del desierto hacia Las Vegas. El maletero del auto es una auténtica farmacia: bolsas de marihuana, pastillas de mescalina, ácidos y muchas otras drogas. El siempre sorprendente Gilliam dirige este trepidante ejercicio que, en el fondo, es meramente la historia de unos irredentos adictos. Eso es todo: la droga como monotema. Amada por unos, odiada por otros, tanto admiradores como detractores le reconocen, empero, su poderoso aliento alucinógeno.
20:00 / Sala 5

Machete / Robert Rodríguez / 105 min.
A casi una década de El mariachi (1992), Rodríguez regresa con la fórmula mejorada (para bien y para mal). Machete Cortez es un fornido y malencarado policía federal mexicano que ha perdido a su familia y que migra a los EU, donde simpatiza con un movimiento de resistencia secreta entre los indocumentados contra los excesos de los agentes de la Migra y a los cazadores de ilegales. Cine de fórmula, a la vez acartonado y eficaz.
20:15 / Sala 4

El verano de Goliat / Nicolás Pereda / 78 min.
Siete personajes protagonizan cuatro historias que paulatinamente van encontrando su lugar, unas con otras, en la zona rural de Huilotepec.
20:30 / Sala 2

The Sentimental Engine Slayer / Omar Rodríguez-López / 97 min.
Opera prima del guitarrista, compositor y productor Omar Rodriguez López, conocido por su trabajo en las bandas The Mars Volta y At The Drive In. Filmada en El Paso, Texas, la cinta nos muestra al introvertido y desadaptado veinteañero Bardam, quien nos cuenta su transición de niño a hombre en la lucha por encontrar su esencia en un mundo de estereotipos. Una suerte de denuncia a la realidad distorsionada de la vida familiar del siglo XXI.
20:40 / Sala 3

Blattangelus / Araceli Santana / 70 min.
Documental que aborda uno de los temas candentes del momento y que muestra la iglesia emprendida por Jorge Sosa y dedicada a feligreses gay, entre quienes promueve la responsabilidad y la conciencia plena de su libertad. La línea principal del filme sigue los preparativos para celebrar una boda religiosa gay.
21:15 / Sala 1

Ágora: La caída del imperio romano / Alejandro Amenábar / 128 min.
Cinco años después de Mar Adentro, Alejandro Amenábar regresa al cine con esta superproducción, a la vez reflexión y denuncia contra los fundamentalismos. Agora narra la historia de Hypatia, la mente matemática más importante del mundo grecorromano del siglo IV, astrónoma y filósofa neoplatónica cuya vida tuv un desenlace trágico: murió a manos de una secta religiosa en ascenso –los cristianos–, a quienes molestaba su libertad, su independencia de criterio, su sabiduría y la autoridad moral y política de que gozaba entre sus contemporáneos.
22:30 / Sala 2

El Santo vs. la invasión de los marcianos / Alfredo B. Crevenna / 85 min.Dirigidos por Argos (Wolf Rubinsky), una docena de habitantes del planeta rojo llega a la Tierra en una misión básicamente buena: quieren convencer a la humanidad de llevar a cabo un desarme nuclear. Por desgracia, los bienintencionados extraterrestres pretenden imponer la paz y la fraternidad por medio del terror y de la fuerza. Ahí es donde aparece El Santo en este ejemplo del cine de mal gusto más exitoso de todos los tiempos. Los fans se volverán locos.
23:00 / Sala 5

Algunas obsesiones eróticas / 91 min.
Una selección de cortos procedentes del Mix México: el Festival de la Diversidad Sexual en Cine y Video de la ciudad de México. La selección de títulos ha corrido a cargo de Arturo Castelán.
23:15 / Sala 1



En un futuro en el que las estrategias de control social han llevado al gobierno mexicano a distribuir una enzima que altera el metabolismo humano, a fin de que la mitad de la población lleve una vida diurna y la otra mitad una existencia nocturna, la pequeña Luna (Gala Montes de Oca) es inoculada en su ADN y se convierte, como quien dice, en una criatura de la noche.
Como el gobierno que plantea la película también es un poquito más fascista que los que tenemos en el país actualmente (a nivel federal, pero también estatal), la citada estrategia de la enzima se suma a otras que han ido desintegrando el concepto de “familia” para reemplazarlo por el de adultos “protectores” que se encargan de cuidar a “infantes” asignados. Pero el caso de Luna es especial: ella ha vivido, trasgrediendo las normas, con su verdadera madre, la doctora Aurora Sagitario (Sandra Echeverría). Por eso, cuando el cambio se opera en la chiquilla, su madre se dedica a localizarla. Eventualmente la encuentra al cuidado de un joven (de cuyo nombre, perdón, no tomé nota, pero el intérprete es ¿Manuel Balbi?), que resulta ser el hijo de uno de los científicos que han colaborado a desarrollar la enzima que pone a roncar a todo cristiano en cuanto salen los rayos del sol. Los tres establecen una relación a través de mensajes videograbados (porque, no se olvide, la doctora se va a hacer la me-me en cuanto se oculta el sol, mientras que su hija y su guardián funcionan al revés y se despiertan con la ausencia de luz) y planean fugarse de la ciudad para encontrar una existencia libre, en contacto con la naturaleza.
El trío llega a una playa y allí se establece, todos resignados a la situación, pero entonces ocurre el milagro: un eclipse total de sol rompe el maleficio y, tan-tán, felices por siempre.
Mala como la carne de puerco, De día y de noche es un filme profundamente fallido. En realidad debería más bien llamarse Ni de día ni de noche, porque nada, absolutamente nada, está ocurriendo en sus 95 minutos de metraje, salvo una colección de tópicos que podemos describir así: el tema de la relación afectiva le hace guiños (lejanos) al THX de George Lucas; los atuendos recuerdan, en general, la serie ochentera de Logan’s run, mientras que las caracterizaciones de la doctora Aurora Sagitario y de cierto científico ruquito que anda por allí evocan (voluntaria o involuntariamente, pero también de manera distante,) a dos célebres personajes de la primera entrega de Final Fantasy o a otros procedentes de la novela gráfica Shinka, asequible en México gracias a la revista Heavy Metal. Por encima de todas las referencias citadas, hay un clásico del cine fantástico, también ochentero, con el que esta película está en deuda (no porque la retome, sino porque la destaza): Lady Hawk, de Richard Donner.
¡Qué jornadita la del martes, caray! Pero lo malo es que todavía hay más.
Así es, queridos cibernautas, todo esto no es lo peor. No. Lo peor es que el filme se carga a cuestas una soporífera lentitud contemplativa que valdría mucho la pena si hubiera algo qué contemplar… pero no lo hay.
Los problemas empiezan por un guión superficial, es decir, poco problematizado, y terminan en un concepto visual y unas actuaciones muy pobres o, en todo caso, incapaces de plasmar los matices que podrían darle algún interés al asunto. Entre una y otra cosa, la atención a lo que ocurre o no en la pantalla se disuelve más deprisa que un Alka-Seltzer en agua tibia y sólo una serpiente podría mirar el filme de cabo a rabo sin pestañear, no porque las serpientes sean muy estoicas y de sangre fría, sino porque no tienen pestañas ni párpados qué cerrar.
La nota de humor involuntario dentro toda esta desgracia viene cuando el realizador afirma que la lentitud del filme ha sido deliberada porque aspira a seguir los pasos del cine de Tarkovski. Registro el dato porque, a mi modo de ver, esa declaración ha sido el único y verdadero acontecimiento de ciencia ficción de la cuarta función de largometrajes mexicanos en competencia en esta edición del FICM.

Detrás de cámara durante el rodaje de Nómadas. Ricardo Benet aparece acompañado por la actriz Lucy Liu

En la multicultural ciudad de Nueva York, Roberto (Tenoch Huerta) y Susan (Lucy Liu) se conocen y comparten brevemente sus vulnerabilidades mientras cada uno se apresta a cerrar ciclos en su vida. Esta es la anécdota de Nómadas (Ricardo Benet, 2010), una película que verá la luz pública hasta 2011, pero de la cual el cineasta ha traído un primer corte al Festival de Cine de Morelia, todavía sujeto a postproducción
Benet debutó en largometraje en 2005 con Noticias Lejanas, que ofrece un retrato despojado y sin maquillajes del mundo rural mexicano y del submundo de los desempleados en urbes como la ciudad de México. Ahora, con Nómadas, Benet consigue un honesto y emotivo acercamiento al desamparo e incertidumbre que (en sus propias palabras) “son los sentimientos que más se están extendiendo por el mundo, gracias a la globalización”.
El filme, que hila muy fino sus atmósferas y situaciones, abre con una secuencia en la que un operador del metro, en el DF, habla de los distintos tipos de suicidas que suelen lanzarse a las vías del subterráneo. “Los decididos se avientan al comienzo del andén, cuando el tren todavía avanza rápido –explica–, los indecisos se lanzan a la mitad y los que sólo quieren llamar la atención se lanzan al final del andén, cuando el tren ya casi se ha detenido”.
Las declaraciones del operador forman parte de un reportaje que emprende la joven Susan, una neoyorquina de sangre china que está lidiando con una reciente ruptura sentimental y que además no ha podido superar la muerte de su padre (quien, sabremos más tarde, se quitó la vida precisamente arrojándose debajo de un tren en el metro del DF).
En tanto, Roberto es un ilegal mexicano que se gana la vida como limpiavidrios en Nueva York; su intención es la de ahorrar suficiente dinero para poder volver a México y reunirse con su esposa.
A través de Susan y Roberto, en este filme conoceremos a otros personajes que se mueven en el invisibilizado mundo de los trabajadores indocumentados en los EU: el fornido pero afable afroamericano Phil, el chaparrito mexicano Romy, la rusa Irina y su pequeña hija, Sonja, cada uno de ellos con motivos distintos para la crisis, para la lucha o para simplemente sobrellevar su otredad con la mayor dignidad posible.
La ciudad de Nueva York es otro personaje, del que Benet registra su arquitectura y sus contrastantes inmediaciones: de Coney Island a Manhattan, Brooklin, Jersey, Central Park…
En medio de tales escenarios y de anécdotas ya amables o sombrías, así como de una fotografía cuidada a detalle y emprendida en formatos HD y 35 mm, a lo que se suman actuaciones absolutamente honestas, llenas de veracidad escénica, lo que Benet nos ofrece en este filme es una entrañable radiografía de almas baldías, de aves de paso profundamente huérfanas porque no terminan de “encontrarse” o de situarse y descubrirse a gusto en el lugar en el que están.
A propósito de esa babel sociocultural que es la Gran Manzana, Benet acentúa en algunos momentos ese popurrí racial y cultural con apuntes contundentes. Uno intenso es el que dedica al mexicano Roberto, a la china Susan y a la caucásica Sonja, de ascendencia rusa, integrados los tres como una familia feliz durante cierto paseo por Central Park.


Una imagen de Eniac Martínez que aparece en el filme Nómadas, de Ricardo Benet.

En otros momentos, y merced a imágenes poderosas o al recurso de flash backs que fluyen y se integran ágilmente al discurso, el cineasta plantea metáforas de enorme fuerza expresiva a la hora de manifestar el estado interior, el alma de los personajes. Así, las imágenes de una exposición del mexicano Eniac Martínez (Camino real de tierra adentro), permiten visiones desoladas como la de ese coyote atrapado y muerto justo a la mitad de una violenta cerca de púas, en las desahuciadas zonas desérticas del norte mexicano, o la de esa águila que, capturada y todo, voltea hacia la cámara con la mirada desafiante característica de las aves rapaces de su especie. Mientras, entre los flash back más impresionantes figura aquel que devuelve a Roberto a una imagen de infancia: la de una vaca agonizante en medio de un paisaje de magueyes.
El filme de Benet cumple en varios niveles con la tarea de mostrar el desamparo fundamental de nuestros tiempos y que tiene que ver con migrantes, sí, pero también con individuos que, independientemente de la geografía, cada vez se descubren más carentes de certezas y anegados por la zozobra. Una experiencia inquietante, conmovedora (porque a pesar de su tema, también se permite atisbos de luz), que en pocos meses estará lista para su lanzamiento en las salas de cine. Una noche memorable.


Perdida, de Viviana García Bresné

La memoria recuperada

El filme de García Bresne recupera momentos clave de la industria del cine mexicano durante el siglo pasado.

¿Cómo se forja un imperio cinematográfico? Sobre todo, ¿cómo se le da forma para convertirlo en un semillero… no sólo de dinero, sino de sueños que configurarán buena parte de la fisonomía imaginativa y sentimental de un país?
De esto se ocupa el documental Perdida (Viviana García Besné, 2010), una de las cartas más provocadoras que se dejan ver este año en materia de documental en las jornadas del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Una de las cosas cautivadoras de la opera prima de García Besné es que se mantiene todo el tiempo entre dos aguas: las del relato microhistórico, íntimo, doméstico, que hurga en el pasado familiar de la cineasta, y las de la gran épica del cine mexicano, que involucra a actores, cineastas y productores que hicieron posible la construcción de nuestra filmografía nacional.
La combinación de ambos mundos es inevitable, ya que la cineasta es nieta del magnate Jorge García Besné, bisnieta de José Calderón y sobrina de Memo y de Pedro Perico Calderón, patriarcas de la industria fílmica nacional en un arco que se extiende, grosso modo, de 1920 a 1980. Un linaje de productores que tuvieron a su cargo compañías como Azteca Films, Cinematográfica Calderón, Producciones Calderón y, lo que es más importante: fueron dueños, hasta la década de los cincuenta, del circuito de exhibición cinematográfica Alcázar (más de treinta salas, ubicadas mayoritariamente en Chihuahua y Nuevo México).
Dice la autora en entrevista: “Como lo digo en la película, lo que pasó es que los recuerdos que me contaba mi abuelita no se parecían en nada a lo que los libros de cine contaban de mi familia. Yo me preguntaba dónde estaban las crónicas de todo eso, porque no hay nada escrito de mi bisabuelo, aunque mi abuelita insistía en que él fue el que trajo el cine sonoro a México. Entonces, al empezar a buscar esa historia particular, me fui topando con cosas increíbles: rollos de películas con imágenes de mi bisabuelo y Lupe Vélez, amoríos entre mi abuelita y Ricardo Montalbán… también descubrí que mis tíos abuelos fueron los productores pioneros en los desnudos del cine mexicano y me enteré de cómo dio inicio el género de rumberas y que mi abuelo produjo las primeras películas de El Santo… De modo que, a final de cuentas, Perdida es una reflexión sobre la memoria”.
“¿Y cómo tomó todo esto tu familia? ¿Tu abuelita ya vio la película?”, se le pregunta.
“Sí. Yo le mostré una copia cuando el proyecto, que me tomó cuatro años, estaba casi en su corte final. A mí me interesaba mucho su opinión y ella se lo tomó muy bien, con mucho humor. En general, la familia estuvo satisfecha. Sólo recuerdo que en algún momento me sugirieron que retirara del documental la parte dedicada a las dobles versiones de las películas de El Santo, porque mi tío Perico se podía molestar. Naturalmente les dije que no, porque esa es mi parte favorita. Y la dejé. Pero ellos tuvieron razón: mi tío se enojó mucho… sin embargo, luego se contentó”.
Consciente de la magnitud que tiene este filme para la historia del cine mexicano, la realizadora señala que Perdida, con sus casi dos horas de metraje, es apenas una mínima parte de todo el material que ha recuperado:
“Hice muchísimas entrevistas que no salen en el documental, por ejemplo a técnicos ya muy viejitos de los estudios Churubusco, porque sabía que se iban a morir y yo necesitaba crear un panorama que me ayudara a entender el contexto en el que se insertaba la historia que iba a contar; había que dejar que esa gente hablara. Por otro lado, algo que sale muy poco en el documental y que es un material que aporta muchísima información son las cartas familiares en las que mi bisabuelo o mis tíos escriben acerca de situaciones muy diversas: contratos, propuestas, incidentes, decisiones… Tengo allí el archivo, esperemos que algún día le sirva a alguien más”.
“A mí me da mucha tristeza lo que ha pasado con las bodegas de Azteca Films en Chihuahua –dice más adelante–; a los nuevos dueños no les interesó el material que estaba guardado y lo tiraron; se perdió. Pero esta es una actitud general. Los productores del país ya no son tan cuidadosos como los de antes, ya no les importa conservar sus acervos. Por eso me parece tan importante que Perdida sea capaz de inspirar a otras personas relacionadas con la industria del cine mexicano para que se animen a emprender proyectos parecidos al mío. Me da gusto ver que esto no es sólo una posibilidad. Ayer (el lunes), tras la primera función de Perdida en Morelia, se me acercó una persona que es familiar de ex-productores de Estados Unidos que conocieron a mi abuelo y que trabajaron con él; me dijo que ellos tienen algunos materiales y que vale la pena hablar con ellos, de modo que la película ya está empezando a rendir los frutos que espero”.