Promete Federación respaldo

al cine en la apertura del FICM

La comunidad fílmica cerró filas ante la titular de Conaculta y representante de la Presidencia de la República en la velada inaugural del foro fílmico; a cambio recibió la oferta de que no se reducirá el paquete presupuestal 2010 para la producción de películas

El gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, durante el acto de protocolo.

La comunidad cinematográfica mexicana recibió una buena noticia anoche, durante la inauguración en Morelia del VII Festival Internacional de Cine: el gobierno federal ha ordenado reajustar su proyecto de presupuesto para el 2010, de manera que el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) no sufrirá un recorte en su techo financiero, sino que recibirá para ese ejercicio fiscal “por lo menos” la misma asignación de recursos que en 2009, es decir, una suma de 421 millones de pesos.
La noticia se da apenas a una semana de que el Congreso de la Unión reveló que el anteproyecto presupuestal que la Presidencia de la República para el 2010 consideraba un recorte del 46% para las actividades del Imcine.

Sainete previsto
Le correspondió a la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, formular el anuncio y protagonizar, por otro lado, el sainete de la noche en la apertura del VII Festival Internacional de Cine de Morelia.
El momento se dio, previsible y perfecto como un paso de Semana Santa. Durante el acto de protocolo inaugural, cuando a la funcionaria le tocó el turno de hablar y comenzó a decir en su mensaje que “el gobierno federal tiene un compromiso con la industria del cine mexicano”, los silbidos de protesta inundaron el teatro Morelos. Sin embargo, minutos más tarde, cuando la misma funcionaria se pudo hacer escuchar y anunció la orden del presidente Calderón Hinojosa, en el sentido de que no habría recorte de fondos para el Imcine, el público presente en el acto inaugural estalló en aplausos.

Bienvenida y agradecimiento
Por lo demás, el primero en tomar el micrófono durante la ceremonia (cuya conducción estuvo a cargo de los actores Joaquín Rodríguez e Irene Azuela), fue el edil moreliano Fausto Vallejo Figueroa, quien afirmo que el festival cobra importancia al aportar, de forma tan contundente, con la madurez que le han dado siete años de realización un atractivo más a esta ciudad, de por sí rica en actividades culturales. De esta forma les doy no sólo una bienvenida sino un agradecimiento por hacer posible que los reflectores de México y el mundo sigan viendo esta ciudad como el escaparate donde la convivencia de los artistas y los visitantes complementa la visión de una comunidad unida por la tradición, la cultura y el esparcimiento”.

Solidaridad y programación
Por lo demás, el gobernador del Estado, Leonel Godoy, celebró la solidaridad de la comunidad fílmica el año pasado, durante el VI Festival de Cine, recién acaecido el episodio de las dos granadas que explotaron durante la ceremonia del 15 de septiembre en la plaza Melchor Ocampo. “Nosotros no olvidamos que el año pasado después del doloroso atentado que sufrimos la comunidad cinematográfica alzó la mano y nos apoyó”.A su vez, Alejandro Ramírez, Presidente del FICM, resaltó las secciones en competencia que este año reúnen 45 cortometrajes, 20 documentales, 11 trabajos michoacanos y seis largometrajes, de los cuales los trabajos ganadores en las categorías de ficción y animación serán elegibles al Oscar. Asimismo describió sucintamente los demás contenidos del festival.Cuauhtémoc Cárdenas Batel, Vicepresidente del FICM y Daniela Michel, directora del mismo, terminaron de complementar la información. También estuvo presente Manuela Vulpe, embajadora de Rumanía (país invitado del FICM este año) en México.

El antecedente
Como se ve, en medio de un guión que transcurrió apaciblemente, la única nota discordante fue la del incidente con la representante de la Presidencia de la República. Pero la breve tormenta estaba totalmente anunciada y resultó previsible en todos sus puntos (los que fueron de la protesta al aplauso).
Y es que apenas el jueves pasado, en una conferencia de prensa convocada a las 11:00 de la mañana en un hotel del sur de la ciudad de México, la comunidad cinematográfica nacional, representada por productores, directores y actores, reclamó por el anuncio del recorte y exhortó al gobierno y a los congresistas a revalorar la situación.
Los hechos son que a fines de septiembre arribó al Congreso de la Unión el anteproyecto de paquete económico para 2010 y se reveló que la propuesta contemplaba un recorte del 46% a los fondos presupuestarios del Imcine (que en 2009 han sido de 421 millones de pesos, de 357 millones en 2008 y de 258 millones en el 2007).
El recorte anunciado habría dejado al Imcine con unos 250 millones de pesos, insuficientes para sostener las previsiones de producción fílmica de 2010 (que el instituto emprende en colaboración con distintas instancias privadas y la sustentación de talleres, cursos y otras actividades formativas y de divulgación.
Al respecto, durante la inauguración, la titular de Conaculta sostuvo entre otras ideas que en tiempos de crisis el cine es “indispensable” y “una fuente de esperanza”, pero justificó el anteproyecto enviado al Congreso al señalar que se trataba sólo de una propuesta preliminar y que no estaba “definida”.
Pasados los brincos, los sombrerazos y los discursos, un teatral Tarantino que exclamó “¿Están listos para Los Bastardos?” marcó el final del protocolo y el comienzo de la otra función

El costoso ahorro
Mientras, la productora Bertha Navarro declaraba al respecto, en la conferencia del 2 de octubre en el DF: “La situación es difícil: hemos remontados la casi desaparición de nuestra industria cinematográfica en 1993 con la firma del Tratado de Libre Comercio. Para 1997 se filmaron únicamente 7 películas, ahora hemos llegado a 70. Contamos con los mejores técnicos de cine del mundo. El talento de nuestros cine fotógrafos es admirado y reconocido en los más altos niveles del cine mundial. Así como nuestros directores, escritores, actores. Esta es una comunidad altamente calificada. Perder la inversión que se ha hecho hasta ahora es dejar a medio camino el proceso productivo. El cine que hacemos hoy en México ofrece 500 mil empleos directos por año. Hay que pensar que un recorte del 46% a Imcine, como el que propone el gobierno federal, puede ser un ‘ahorro’ de altísimo costo”.
“Todos somos sensibles a la crisis económica pero esta no se resuelve desmantelado este empleo sostenido que hemos logrado al día de hoy. Y vuelvo a insistir que es trabajo calificado de profesionales en todos los rubros de la producción cinematográfica. Además que es una perdida para la sociedad en su conjunto. Yo quiero exponer que la labor del IMCINE es integral. IMCINE es nuestro órgano rector y esta para apoyar la capacitación profesional en todos los sectores de la producción cinematográfica. Cuidar y propiciar que la semilla tenga espacios de creación. Estimular a nuestros guionistas a poyando a talleres de guiones. Talleres de dirección de actores. Talleres de música para cine. Creando espacios de diálogos para y entre profesionales”.
El Imcine también propicia y ofrece apoyo a la distribución de las películas. "Apoya a los Festivales de Cine en varias partes del país. Y los fondos para la producción cinematográfica para primeras y segundas obras. Nosotros lo entendemos como un proceso integral. Cada una de estas actividades son parte de la cadena productiva y tiene un resultado muy positivo en la derrama económica del país. No hay que quitar, sino sumar. Porque hay que invertir también en estos procesos de creación para hacer mejores películas. Los fondos para la producción y el estímulo fiscal 226 son solo una parte, muy importante por cierto, pero no son independientes del resto de las actividades que esta cadena productiva tiene que tener. Hacer un mejor cine requiere mejores guiones, mejores actuaciones, mejores cinematógrafos, mejores historias, mayor calidad, todo esto es un proceso integral. El Imcine es responsable de que todos estos procesos se desarrollen. Quiero que se entienda que un recorte de esta magnitud desarticula todo el proceso y desmantela lo que hemos logrado en los últimos 15 años. Nosotros como comunidad cinematográfica somos los más autorizados para hacer entender al Poder Legislativo lo que implicaría el recorte propuesto en el presupuesto 2010. Y es lo que nos proponemos hacer”.

Todo de a mentiritas

Quentin Tarantino y Eli Roth compartieron una conferencia de prensa con los medios. Aquí, lo esencial del encuentro que se extendió por cerca de una hora en el auditorio del Centro Cultural Universitario

Durante la conferencia de prensa en el Centro Cultural Universitario

Desenfadado, al lado de su colega Eli Roth, Quentin Tarantino compartió ayer una hora de preguntas y respuestas con los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales congregados en el VII Festival Internacional de Cine de Morelia. El auditorio del Centro Cultural Universitario se ajustó apenas a las necesidades de espacio para reunir a los comunicadores con uno de los cineastas más populares de la actualidad.

Amo la violencia, pero no en la vida real

Una pregunta de la enviada de la revista Proceso marcó una de las declaraciones medulares del realizador. Se le había inquirido: “¿Desde cuándo comenzó a interesarse por el tema de la violencia?, ¿desde cuándo vio la violencia como un elemento estético?”. Tarantino repuso: “Yo te puedo decir que a mí me gustan las películas de acción y de horror. No tengo problema alguno diciendo que me encanta la violencia… pero no en la vida real, solamente en la ficción. Eso no es ninguna hipocresía –añadió–. Yo disfruto mucho al hacer una película. A mi me gustan los extremos en las películas y por eso me da tanto gusto que ahora muchos cineastas y productores comiencen a entender este camino. Lo digo porque ahora estamos viendo a muchos realizadores que cruzan esa línea y se atreven a hacer cosas más extremas. Yo sé que mis películas no son para todo el público, pero si a alguien no le gustan, simplemente que no las vea” Agregaría: “Sepan ustedes que cuando se hace cine estamos tratando de hacerlo algo real, algo que pudo suceder en la realidad. Y en el cine los personajes hacen lo que tienen que hacer, no están guiados por las morales de allá arriba, pero todo lo que vemos en la pantalla ocurre en un campo ficticio y eso sí hay que tenerlo claro. Por ejemplo, a mí no me gusta la muerte real en las películas, ninguna muerte, pero Sergio Leone, que es uno de mis cineastas favoritos, tiene algunas películas en las que el actor mata a algún insecto, pisándolo o de un manotazo. Aunque admiro mucho a Leone, ese tipo de escenas no me parecen, me rompen mi realidad. ¡En serio! Aunque se trate de un insecto, es una muerte real. Y yo no pago mi boleto para entrar a un cine y ver una muerte real, yo pago mi boleto y entro al cine para ver una muerte ficticia”. Concluiría que esa clase de tratamientos “no valen la pena”. “El personaje en una película vive su vida, pero como algo imaginario. Es algo falso, aunque parezca real”.

"Yo no pago mi boleto para entrar a un cine y ver una muerte real, yo pago mi boleto y entro al cine para ver una muerte ficticia".


Solidaridad y ficción

Poco antes, con la más absoluta corrección política, Tarantino se abstuvo de abundar sobre la situación de violencia que se vive en México (y que ya había provocado chistes y comentarios privados de diversa índole entre los colegas). Fue el enviado de La Jornada nacional quien le pidió su punto de vista, así, a bocajarro, acerca de la violencia real en México, asociada al crimen organizado en general y al narcotráfico en particular. “La violencia que han generado los narcotraficantes mexicanos, los casos de secuestro, o todo lo que pasa en su país –respondió el cineasta–, no es parte de una película de acción. Son cosas realmente serias. Uno puede rodar una película de gángsteres, pero la realidad es otra cosa. Eso de lo que usted me habla es algo que la sociedad mexicana tiene que enfrentar todos los días, por eso siento empatía con ustedes, pero es un sentimiento ambivalente, porque como cineasta también me fascina”. El actor y también director Eli Roth (Hostal) saldría al quite recordando que, como cineasta, Tarantino es el primer director norteamericano cuyas películas alcanzaron la prohibidísima clasificación D, más rigurosa que la tradicional clasificación C, y que se destina a películas con contenidos fuertemente perturbadores, sea por su exhibición de la violencia o de sexo. “Pero yo creo que la violencia en las películas –seguiría Roth– es una estética, y las escenas de pelea también. Y nos gusta verlas porque sabemos que son falsas, que son una representación”. Mientras, México sólo volvería a ser tema de charla en dos preguntas más. Una de ellas fue la inevitable “¿y no piensas filmar en nuestro país?”, a lo que Tarantino contestó, nuevamente con la corrección a pulso, que “me encantaría, pero sólo si tuviera la historia correcta. De ser así, claro que lo haría; se los puedo decir, me complace cualquier país, me fascinan todas las culturas. Y en mi caso, si estas en Los Ángeles, ves una ciudad muy influida por lo mexicano. Pero yo solamente vendría a hacer una película a México si tuviera la historia correcta, y la haría de inmediato. Es como lo que me pasó con Brad Pitt en Bastardos sin gloria: yo queria trabajar con él desde hace mucho tiempo… pero no lo hice porque debí esperar a tener la historia correcta y el personaje correcto para él”.

Planes y homenajes

Pero, a juzgar por otras declaraciones, de momento no hay a la vista ninguna historia “correcta” para filmar en tierras aztecas. Tarantino confirmó que filmará la tercera parte de Kill Bill, pero que está esperando que se conmemoren los diez años del estreno de la primera cinta, en el 2013, para “dejar descansar a la novia”. También adelantó su interés por filmar otra película con los mismos personajes de Bastardos sin gloria. "Aún no sé si será una precuela o una secuela, pero me fascina la idea de explorar más a fondo la vida de estos personajes". Mientras, entre sus planes también figura hacer una película sobre el Viejo Oeste. “Es una promesa que me he hecho a mí mismo. No me imagino sin haber filmado una del Oeste y se los prometo: no me voy a retirar sin antes haber filmado un western. Les prometo que así va a ser”. El asunto del western condujo al tema de los homenajes en su cine. Interrogado sobre el particular, Tarantino no se mostró totalmente de acuerdo. Consideró: “Creo que hay cierta familiaridad en mis películas con respecto a otras películas y géneros, pero tiendo a pensar que lo que hago es reimaginar un género que me gusta, y que lo hago para una nueva época, lo hago para un nuevo público. Pero también lo hago a mi manera, para darme gusto a mí”.

"Y me gusta Tintorera"

Inevitable fue también la pregunta de cómo elige Tarantino el nombre de sus personajes y de cómo llegó al de Hugo Stiglitz para el sargento alemán asesino de oficiales de la Gestapo. Esta vez, Tarantino rió a sus anchas. Confesó: “es que yo sabía que ese detalle iba a romper la tensión de todos en el cine”. Explicaría después que él desarrolla sus guiones en un proceso muy orgánico: “yo no puedo tener los nombres antes de tener a los personajes”, pero que en este caso, le gustó el nombre de Stiglitz, que es un productor y actor mexicano que tuvo su momento de esplendor (junto con Andrés García y Jorge Rivero) en los años setenta y ochenta con distintos filmes de género (El escuadrón de la muerte, Triángulo diabólico de las Bermudas, Tintorera). Tarantino reveló que tenía 14 años de edad cuando vio la primera película de Stiglitz, que fue precisamente Tintorera (filmada en 1977). “Y me gusta mucho el nombre de Hugo Stiglitz. También me gusta Tintorera”.

Autógrafos y fotos

El resto del encuentro se dedicaría a diversos asuntos relacionados con el rodaje de Bastardos sin gloria. La conferencia de prensa concluyó con un tumulto de reporteros rodeando a Tarantino en pos de un autógrafo o de una foto con él. Pero el intercambio fue breve. El cineasta partiría a Cinépolis Morelia centro, donde develó la placa conmemorativa del Festival de Cine del año pasado, rodeado por una multitud que lo aguardaba a las afueras del complejo cinematográfico del centro histórico moreliano.

EN VIDEO

DOMINGO 4 DE OCTUBRE
Festival Internacional de cine de Morelia


El inspector Bellamy
Dirige Claude Chabrol

Basado en una novela del norteamericano Roy Parvin, este notable filme del veterano Claude Chabrol es un fresco sobre la condición humana a partir de la historia del detective Bellamy (un masivo pero excelente Gerard Depardieu), quien de vacaciones en la tierra de su esposa se involucra en un caso sobre la desaparición de un estafador y de uno de los indigentes del pueblo. Intensa.
Cinépolis Morelia Centro sala 2. 13:00



Cortometrajes de Alain Resnais
Dentro del homenaje que se le dedica este año al ya nonagenario cineasta francés, se exhibe un programa de seis cortos totalmente desconocidos en México y que marcan la otra faceta del realizador de clásicos como La vida es una novela, El año pasado en Maireband, Fumar/No fumar e Hiroshima, mi amor. No he visto ninguno de los cortos que están programados para hoy, pero tratándose de Alan Resnais no pueden tener desperdicio.
Cinépolis Morelia Centro, sala 3. 13:40


Rien de personnel
Dirige matías Gokalp

Para revelar el feroz mundo empresarial Matías Gokalp escoge una instalación lúdica y oprimente: la fiesta de una farmacéutica donde conviven directivos y empleados. Unidad de lugar y de tiempo, en la que personajes que se agitan como ratas de laboratorio participan de una construcción fílmica sagaz, que repasa la misma escena varias veces, bajo ángulos opuestos, que corresponden a los diferentes protagonistas. Buen tratamiento.
Cinépolis Morelia Centro, sala 5. 15:15


Rehje
Dirigen Anais Huerta y Raúl Cuesta

Ganador en el reciente Festival de Cine en Derechos Humanos, este documental de Anais Huerta y Raúl Cuesta es que una historia de desarraigo y discriminación que sigue los pasos de Antonia, una mujer mazahua que abandona el DF y regresa a su pueblo natal, una comunidad acosada por la escasez de agua.
Cinépolis Morelia Centro, sala 3. 15:00


EN COMPETENCIA:
Cortometraje mexicano: Programa 1 68 min.
Cinépolis Morelia Centro, sala 3. 18:45
Cortometraje mexicano: Programa 7 91 min.
Cinépolis Morelia Centro, sala 3. 20:45