Unidades de seguridad pública y del cuerpo de bomberos durante la segunda parte del desfile conmemorativo del 30 de septiembre, dedicado a la memoria de José María Morelos.

Si la noche del 15 de septiembre en Morelia, con su ceremonia del Grito poblada apenas por funcionarios y empleados de confianza del gabinete estatal, resultó una experiencia gris para lo que se esperaba de un festejo bicentenario que conmemoraba el comienzo de la guerra de Independencia de México, la jornada del pasado 30 de septiembre (en la que se celebró el 245 aniversario natal de José María Morelos y Pavón) resultó más activa y rica en matices. Lo más importante: ya entrando la noche, las actividades públicas organizadas en la plaza Valladolid y ante la catedral de Morelia lograron devolverle a la fecha su espíritu popular y festivo; la calle fue ocupada, ya no por gente de gobierno o su personal de seguridad, sino por un público que sí llegó a compartir una fiesta y a perpetuar una tradición.
Acaso, en esa velada conmemorativa del 30 de septiembre, el mejor momento haya sido para la Orquesta Sinfónica de Michoacán, cuyo programa de versiones sinfónicas a temas populares de música mexicana encendió la noche y consiguió un acto masivo, cálido, alegre, ante el ex convento de San Francisco … todo lo que una fiesta debe ser, o lo que es posible recuperar para ella tras los acontecimientos trágicos de hace dos años.

Aspecto a la primera parte del desfile, organizada por la federación y en la que figuraron exclusivamente representantes de las fuerzas armadas del país.

Citas a Morelos
Pero la jornada dedicada a nuestro héroe epónimo, ya decía, fue muy variopinta en matices. El más tenso de todos se dio temprano por la mañana, durante el acto oficial por el CCXLV aniversario natal del Siervo de la Nación, en el jardín Morelos. Allí, el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, quien fue el orador oficial, aprovechó la ocasión para echarle en cara al presidente de la República, Felipe Calderón, que “el concepto de legalidad en Morelos es un concepto amplio, es un concepto de justicia en toda su expresión. Al iniciar los trabajos del Congreso de Chilpancingo, el Generalísimo en entrevista con el congresista Andrés Quintana Roo citó el apotegma que sería una de las bases del sistema jurídico mexicano: Que todo el que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario…”.
Lo anterior, claro, a raíz de la reciente liberación de 34 de los 35 funcionarios detenidos en mayo de 2009 durante el espectacular michoacanazo: aquel operativo que hizo crujir los huesitos del sistema político mexicano, pero cuyas estrategias judiciales han dejado en entredicho la eficacia de la federación para combatir, como pretende, a la narcopolítica.
Sin embargo, el episodio matutino, con los reproches del gober, forma parte de esas luchas en las que andan enfrascadas las cúpulas de poder en el país. Esa es, estrictamente, su dimensión.
Mientras, en lo que atañe al sentido claramente popular de la fiesta por el natalicio de Morelos, sus conjugaciones también tuvieron matices amplios, pero se manifestaron en actividades ajenas al acto matutino del jardín Morelos.

El presidente de México y el gobernador de Michoacán durante su tránsito hacia la plaza cívica José María Morelos. En el parabrisas, el reflejo del convoy de prensa.

Seguridad y concurrencia
El desfile conmemorativo del 245 aniversario natal del Rayo del Sur tuvo sus muchos asegunes. El ejercicio extremo de medidas de seguridad, desplegadas desde la víspera, volvió a sumir al centro histórico de Morelia, por varias horas, en un estado de sitio. El corazón de la ciudad, espacio natural para la convivencia colectiva, se transformó en una zona fuertemente acotada y con el movimiento de sus habitantes permanentemente vigilado por una fauna disímbola de soldados de civil (ya de Guardias Presidenciales, ya de la XXI Zona Militar) confundidos entre el público pero puntualmente delatados por su corte de cabello y por las inconfundibles rigideces caracterológicas que les impone la disciplina castrense, así como por integrantes del Servicio Militar Nacional y de las GOES, de la Policía Judicial Federal, de la Judicial del Estado, a quienes se sumaron, como es natural, uniformados de las fuerzas armadas, de la Policía Preventiva y de Tránsito Municipal, entre otros.
A pesar de la estrecha vigilancia, en medio del fuerte dispositivo que incluyó francotiradores en las azoteas de diferentes inmuebles del primer cuadro e incluso en la torre oriente de la Catedral de Morelia, un buen número de morelianos sí se congregó en la avenida Madero para presenciar el desfile militar que se extendió por más de una hora y que incluyó, aparte de los tradicionales contingentes estudiantiles, hípicos y deportivos, a integrantes del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos. Entre estos últimos, tres cazas a reacción F-5 se robaron la atención del público con cinco rondas sobre el primer cuadro moreliano. Quién sabe cuántos recordarán que en 1995, durante el gobierno de Ernesto Zedillo (el último del PRI en la presidencia), uno de estos aviones provocó un accidente fatal durante el desfile del 16 de septiembre de aquel año y se convirtió en uno de los nuevos “augurios funestos” del fin de una era.
Pero, en resumen, el desfile resultó animado, lucidor. Aunque las heridas de 2008 siguen frescas y su huella, viva. Pasará bastante tiempo antes de que la cicatriz permita que la tradición reencuentre su cauce a nivel de respuesta popular.

La ceremonia de iluminación de catedral convirtió al primer cuerpo de las dos torres del monumento en sendas pantallas para un espectáculo multimedia.

Casa Natal, restaurada
Por la tarde, hacia las 19:00 horas, el secretario de Cultura de Michoacán, Jaime Hernández, ofreció al presidente municipal de Morelia, Fausto Vallejo Figueroa, y al gobernador de la entidad, un recorrido por la reinaugurada Casa Natal de Morelos. Allí describió la intervención al inmueble: la corrección de hundimientos diferenciales en los pisos de baldosa de cantería y loseta cerámica que antiguamente tenía el zaguán, el patio, las salas y el espacio que ocupa la “Sala Generalísimo”; la atención a los pisos de ladrillo y cantería, que presentaban un notable desgaste por el uso, hundimientos, fracturas por el crecimiento de las raíces de los árboles, pérdida de juntas, presencia de micro flora y un deterioro general por la acción del agua, así como tareas de mantenimiento general en la carpintería de puertas y ventanas.
Durante el acto, Hernández Díaz entregó al mandatario y a la concurrencia una edición conmemorativa de los Sentimientos de la Nación. También mostró el lugar destinado al animatronic de José María Morelos, que el ayuntamiento de Morelia tendrá listo en breve.

El gobernador de Michoacán y el presidente municipal de Morelia durante el recorrido ofrecido por la Secretaría de Cultura y la dirección de la Casa Natal de Morelos para mostrar el resultado de la intervención al inmueble histórico.

La música, la noche, la fiesta
Pero el verdadero momento estelar de la jornada, en lo que al festejo popular se refiere, cristalizaría hacia las 20:00 horas. Primero con el Concierto especial de Bicentenario protagonizado por la Orquesta Sinfónica de Michoacán bajo la conducción de Eduardo Sánchez-Zúber y con las voces invitadas de las sopranos Mónica Ruiz y Ana María Fernández y del tenor Jesús Ortiz y del barítono Salvador Valadez.
La plaza Valladolid fue el espacio anfitrión de una velada que prometía con extenderse más allá de los 60 minutos previstos, de no ser porque el programa oficial de la noche incluía, a las 21:00 horas, la ceremonia del nuevo diseño para el encendido de la catedral de Morelia. Con todo, la experiencia con la Osidem levantó ampliamente los ánimos y logró momentos de comunión colectiva que se extrañaban en la ciudad desde hace dos años.
Para concluir, el encendido de la catedral trajo consigo su nota de corrección, pero también de austero desencanto. Este último se debió a que el público esperaba una fiesta de fuegos artificiales y cohetes, a los que se acostumbró a la gente desde el comienzo de este rito sabatino; en cambio, el final del espectáculo incluyó sólo un cohete que coronó de púrpura el cielo.
Mientras, la nueva ceremonia incluyó una experiencia de casi veinte minutos, con proyecciones multimedia sobre el primer cuerpo de las torres, donde se proyectaron imágenes dedicadas a narrar la historia de la ciudad, desde tiempos de los pirindas, hasta la actualidad. Un espectáculo del que se puede celebrar su intención de reflexionar sobre la historia, aunque también se le puede cuestionar su duración. Un discurso multimedia parece pedir mayor capacidad de síntesis. Entre cuatro y siete minutos habrían resultado más razonables.

EN VIDEO / El desfile, el concierto, la catedral

Aspectos al desfile matutino por la avenida Madero, al concierto nocturno de la Osidem en la plaza Valladolid y al encendido de la Catedral de Morelia durante la jornada conmemorativa del 245 aniversario natal de José María Morelos y Pavón.

EN VIDEO / Reapertura Casa Natal de Morelos


Lo esencial durante el recorrido de reapertura del museo de sitio Casa Natal de Morelos. El secretario de Cultura, Jaime Hernández, y el titular del recinto, José Fabián Ruiz, muestran al gobernador Leonel Godoy y al Presidente Municipal moreliano, fausto Vallejo Figueroa, el resultado de la intervención al histórico inmueble.