Una imagen de El coronelazo en su taller, en los tiempos de la concepción del Polyforum cultural Siqueiros. (Foto: CNCA).

Figuras como David Alfaro Siqueiros (1896-1974) son indispensables para entender el proceso cultural de la Revolución Mexicana y la Revolución misma, consideró la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio Álvarez, al encabezar la ceremonia por el 36 aniversario luctuoso del artista chihuahuense, en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil Dolores de la ciudad de México, anunció en un comunicado este lunes por la tarde el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Este homenaje que se realiza año con año con el deseo de mantener viva la memoria y testimoniar el reconocimiento permanente de los mexicanos al legado de Siqueiros tiene un significado emblemático en este 2010, año especial para México, pues además del inicio del Bicentenario de la Independencia, se conmemora el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana. “Siqueiros pertenece a esa joven generación que, en los albores del siglo XX, aún antes del sacudimiento social, se enfrentó al problema de la creación de las artes plásticas en México tomando las vías de un arte público, de un arte ligado a los problemas de la nacionalidad y del pueblo. Así, cuando estalló la Revolución, transitó de modo natural de la rebelión estética a la rebelión social y política”, indicó Vicencio Álvarez. El muralista mexicano, abundó la directora general del INBA, contribuyó a la Revolución con acciones como sumarse a la huelga para exigir la renovación del sistema de enseñanza artística y la remoción de los maestros porfiristas; participó en la conspiración de obreros y estudiantes contra Victoriano Huerta; se incorporó al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza; y colaboró con el Dr. Atl en el periódico revolucionario La Vanguardia. “Fue el más claro representante de los que él mismo llamó los ‘artistas soldados’ que necesitaba su tiempo”.


Durante la conmemoración luctuosa ante la tumba del artista visual, este lunes 11 de enero (Foto: CNCA)

En la ceremonia también estuvieron presentes Alejandra Peña, subdirectora de Patrimonio Artístico Inmueble del INBA; Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Plásticas del INBA; y Taiyana Pimentel, directora de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), quien destacó el trabajo que ha venido realizando el INBA respecto a la conservación del legado de Siqueiros.
“La mejor forma de homenajear a David Alfaro Siqueiros es nuestro compromiso de actualizar todo el acervo que el artista heredó al pueblo de México y de esa forma incitar a la investigación y a las nuevas lecturas, porque el compromiso para este centenario tiene que ser entender y releer la historia desde otras perspectivas.
“Siqueiros que fue un hombre comprometido no sólo con el arte sino también con la sociedad, será nuestro punto de partida de trabajo en 2010 y los proyectos de trabajo se establecerán en un diálogo abierto entre lo mejor del modernismo, que planteó Siqueiros en su obra, y desde luego las posturas contemporáneas en el arte”, precisó Taiyana Pimentel.
Actualmente se lleva a cabo la digitalización total del archivo documental que resguarda correspondencia y escritos del artista, para su posterior catalogación y puesta a disposición del público. Además, con la participación de la Fundación BBVA Bancomer, el INBA trabaja también en la actualización del formato digital del acervo fotográfico.
Como parte de la restauración del acervo pictórico, el INBA comenzó la intervención de los murales que alberga la SAPS: Proyecto para una escuela en el estado de México y Maternidad, trabajo que se planea concluir en este año. Asimismo, se anunció que en abril de este año se iniciará la restauración de la Casa Estudio David Alfaro Siqueiros “La Tallera”, en la que además de la recuperación de los murales, se buscará acondicionarla para que funcione como lugar de residencias artísticas de creadores de diversas latitudes. “El arte y el pensamiento de David Alfaro Siqueiros contienen muchas de las claves del siglo que se inició con la Revolución Mexicana y que este año se cierra. A 36 años de su muerte habremos de constatar, este 2010, su extraordinaria vigencia y su importancia para entender nuestro pasado y valorar nuestro patrimonio, pero también, sin duda, para reflexionar sobre el presente y construir el futuro de nuestra nación”, concluyó Teresa Vicencio.

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