XXXII aniversario de Ex Libris

El binomio arte y medios

Aspecto de la mesa. Al fondo, la moderadora, Ingrid Linuet Nava; al centro Teodoro Barajas y en primer plano Ligia Mazariegos.

El tema de la relación entre el arte y las empresas de comunicación tuvo un espacio de reflexión durante la mesa El arte y los medios, en la que participaron los comunicadores Ligia Mazariegos y Teodoro Barajas.

Medios y domesticación masiva
La comunicadora Ligia Mazariegos organizó su participación a partir de una serie de preguntas que, en realidad fueron demandantes cuestionamientos al papel de los medios en la difusión de actividades asociadas a la cultura, la educación y el arte.
Recuperando el pensamiento del crítico de arte Fermín Févre (1939-2005), la también actriz señaló que la mayoría de los medios que otorgan espacio al arte lo hacen más para dar a conocer eventos que privilegian al mercado del arte sobre la creación artística en sí misma. De allí su pregunta acerca de qué es lo que realmente le interesa difundir a los medios de comunicación y por qué sus contenidos dedicados al arte, la cultura y la educación son cada vez menos y de menor calidad.
“Según Févre –señaló Mazariegos– si el arte queda reducido a los medios y es presentado como mercancía o como espectáculo, su dimensión profunda, revulsiva, motivadora y transformadora, queda ausente”.
La participante acentuó la gravedad de tal situación al recordar que es el arte el que posee una dimensión que “abre nuevos horizontes al pensamiento y a la percepción de cada ser humano, con lo que se fortalece la participación ciudadana consciente, que puede transformar a la comunidad; porque, al parecer, esa es una de las situaciones que puede provocar el arte”.
Siguiendo un hilo lógico riguroso, las preguntas fueron mostrando un estado de cosas en el cual a la mayoría de los medios de comunicación no les interesa coadyuvar a la creación de esa “dimensión profunda, revulsiva, motivadora y transformadora” del arte. Por el contrario, colaboran a “la creación de seres insensibles, acobardados, con grandes caparazones que alivian el miedo a sentir, a saber, a reconocer, con lo que su capacidad artística queda disminuida”.
Mazariegos acudiría también al intelectual argentino Oscar Massota (1930-1979) para recuperar su postulado de que “la meta de un arte de vanguardia es conectarse de una manera cotidiana con una vida cotidiana”. En tal escenario, los medios masivos de comunicación tendrían que ser una herramienta para lograr un acercamiento entre el arte y la vida, ya que son los medios quienes contribuyen activamente a formar la opinión pública y sus gustos.

Otro plano de la mesa dedicada al tema El arte y los medios.

El heroísmo de la promoción cultural
Por su lado, Teodoro Barajas, director del Archivo Histórico Municipal de Morelia, señaló en lo fundamental de su participación que “el periodismo cultural es imprescindible si hablamos de construcción de ciudadanía”, particularmente en una época como la actual, en la que predomina una indeseable “cultura de la inmediatez”.
Hablaría de algunas consecuencias de semejante fugacidad, entre ellas el avance del crimen organizado, distintas formas de colonizaje cultural y de la manera en que los poderes legalmente constituidos parecen retroceder ante los embates de los poderes fácticos, situación que siembra una inestabilidad que se manifiesta en diferentes ámbitos: desde la inseguridad hasta el descenso en el nivel de los discursos críticos.
A pesar de la urgente necesidad de fortalecer todas las formas posibles de difusión de la cultura, lamentó (como lo había hecho Mazariegos) que los medios no contribuyan a esa labor y señaló, entre otras cosas, que es complicado sembrar cultura “si recordamos que somos, en general, un pueblo que regatea a las letras”. Medio libro por año, dicen las estadísticas, es el promedio de lectura en México.
Desde esa perspectiva, consideró que “la promoción cultural tiene mucho de heroicidad porque los apoyos oficiales no siempre aparecen, porque se navega contra corriente” y porque la de la promoción es una actividad a la que se le suele desdeñar.
Con todo, el periodismo cultural ha sido una realidad en el país, gracias a personajes entre los que citó a Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Fernando Benítez o Julio Scherer.
Más tarde, desde una perspectiva hemisférica, añadiría a la lista anterior los nombres de Gabriel García Márquez, llamando la atención además hacia la tenue frontera que en ocasiones se desdibuja entre el periodismo y la literatura.
En el ámbito michoacano hizo hincapié en el trabajo de José Luis Rodríguez Ávalos y el Colectivo Artístico Morelia, del cual el programa radiofónico Ex Libris ha sido una trinchera sustantiva durante las últimas tres décadas.

EN VIDEO


Algunos momentos con los ponentes durante la sesión de preguntas y respuestas con el público.

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