EN VIDEO / Entrevista y aspectos del evento

“Estamos ante el dominio del imperialismo mundial. Este es nuestro escenario, desde el cual controla todas las políticas económicas que dictaminan la vida de las mayorías y de los medios de comunicación que las justifican. Ante este inquietante horizonte están México y Michoacán: en medio de una guerra de poder y su afán de dominación. Pero es un poder desvirtuado y, por lo mismo, impotente. A esta guerra se agrega la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, ya de dimensiones planetarias”.
Con estas palabras, la doctora Rosario Herrera Guido daba comienzo al mensaje político del discurso que profirió durante la ceremonia en la que recibió la presea Amalia Solórzano Bravo, hace una semana, por parte del gobierno municipal de Morelia.
“Es una guerra de la cúpula –precisó–, que destina a los de abajo a la muerte, el éxodo y la extorsión, no dejándoles, realmente, salida. Es una guerra que desgarra el tejido social, que rompe el lazo social y fractura la convivencia en las ciudades y los pueblos, poniendo en peligro la vida espiritual, ética política, estética y cultural de los niños, las mujeres y los hombres.
Consideró, en ese sentido, que desde la perspectiva humanista de un René Descartes democrático, el pensador iluminista “seguramente compartiría ahora la necesidad de que nuestra democracia representativa dé paso realmente a una democracia participativa. Voto, luego existo”.
Rosario Herrera, la tercera mujer que recibe el galardón desde su institución en 2010, posee una verticalidad intelectual a prueba de casi todas las acechanzas. Así lo ha demostrado a lo largo de su trayectoria profesional y social. Desde esa posición y ya en entrevista con este blog y con otros dos medios, al término de la ceremonia, la catedrática puso en perspectiva fenómenos como el de la miseria en México y el uso que hace de ella nuestro sistema de partidos en tiempos electorales.
“Mientras haya pobreza en el país –sostuvo–, se seguirán usando las mismas tácticas políticas de prebendas, de sometimiento, de enajenación. Y es muy grave que a nadie le interese realmente erradicar la pobreza en México, porque es el stock político que les permite seguir el rejuego de los partidos”.
Lo más interesante vendría cuando le inquirí por la debacle del PRD: un partido que en sus 23 años de vida se ha ocupado de destruir sistemática y eficazmente lo más valioso que ha tenido: la enorme base social que lo hizo nacer a fines de los años ochenta (desafortunadamente, la pila de mi cámara se agotó en ese momento, de modo que en el video que abre este post aparece solamente la primera parte de su respuesta). La homenajeada señaló:
“Yo he estado viajando por todo el país. Voy todos los años a Baja California Sur. Ahí estuvo Cota Montaño en el gobierno y lo que hizo fue vender los oasis del desierto a franceses, a norteamericanos y a canadienses. Vendió el estado. Quedó muy mal y durante décadas en Baja California no van a querer saber nada del PRD. Lo mismo pasa en Zacatecas, donde voy todos los años a la Universidad. Y en Michoacán, con tanta corrupción y falta de empleo, es decir: con tantas carencias en el desarrollo social como se dejaron ver en los últimos años ¿cómo podía ganar el candidato del PRD? Pero, en general así es en todo el país, desde el norte hasta Chiapas (…)”.
– Parecería que sólo en el DF han funcionado los gobiernos perredistas –sugiero.
– Sí. Pero la capital del país no es el país entero. Lo que el PRD necesita con urgencia es emprender una evaluación autocrítica muy rigurosa y, luego de eso, pasar a la acción en función de las conclusiones que alcance en ese análisis.
Otra pregunta ocupó el tema del regreso del PRI, asunto que tiene sus bemoles. Le compartí mi impresión de que en Michoacán Fausto Vallejo ganó legítimamente la elección, aunque, por el contrario, poca gente metería la mano al fuego para defender el triunfo federal de Enrique Peña en la contienda presidencial. La académica consideró:
“Regresa a la presidencia de la República sin legitimidad, pero esta vez me parece que además adolece de legalidad, porque la legalidad debe estar fincada en la transparencia. Debe quedar a la luz meridiana que efectivamente ganó, pero eso no va a ser posible. Lo más grave, ahora, es que tenemos dos partidos en alianza de intereses… Por más que Calderón se quiera curar en salud y diga ‘¡Ay, no estoy de acuerdo con estos billetazos!’, él estuvo alimentando todo eso y haciéndose de la vista gorda para que siguieran avanzando las irregularidades. Recordemos que en una de sus ediciones, la revista El Chamuco tenía en su cuarta de forros una caricatura de Calderón detrás de una puerta y diciendo ‘voten por Peña Nieto’. Todo mundo se enteró de eso. Y dejaron sola a Josefina Vázquez Mota.
Finalmente, la filósofa respondería una pregunta acerca de las necesidades más apremiantes para elevar la calidad de la Universidad Michoacana, actualmente bajo el rectorado del físico-matemático Salvador Jara Guerrero.
“Principalmente la democratización, que prevalezca la legalidad en todo lo que tiene que ver con desvíos de fines, recursos y sobre todo en que la Universidad tenga todas las instancias de manera efectiva para los derechos humanos y la equidad de género. Seguimos viviendo atropellos, seguimos viviendo violencia de género las universitarias en relación con los universitarios varones. Hay un departemento de derechos humanos que es un performance nada más y un departamento de Equidad de Género que es otro performance solamente”.

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