La presea Generalísimo Morelos, tal como se entrega en la actualidad, chapeada en oro. La pieza robada del Museo del Estado estaba acuñada en una aleación de plata y esmalto.

La histórica primera presea Generalísimo Morelos, que fue emitida en el año de 1942 por el Ayuntamiento de Morelia, fue robada del Museo del Estado hace dos semanas. El hurto fue cometido poco después de que se entregó la edición 2010 de ese galardón, durante las conmemoraciones por el aniversario de la ciudad, el pasado 18 de mayo.
La pieza arrebatada al patrimonio en resguardo de la Secretaría de Cultura se localizaba en la sección de etnología del Museo del Estado, en la planta alta de ese recinto, y perteneció al doctor Julián Bonavit (1872-1953), científico, divulgador y rector nicolaita. La familia del personaje fue la que donó a los acervos del Museo del Estado (fundado en los años ochenta) tanto la presea como una parte significativa de la biblioteca del doctor Bonavit.
La presea, que originalmente era acuñada en una aleación de plata y esmalto, y que actualmente se entrega chapeada en oro, es la prenda con que la autoridad edilicia de la capital michoacana reconoce cada año “a aquellos morelianos que excepcionalmente se hubieren distinguido en las ciencias, en las artes o por sus virtudes cívicas”.

La pieza y la denuncia
La presea Generalísimo Morelos que fue sustraída del Museo del Estado estaba acuñada en una aleación de plata y esmalto y presentaba la forma de una cruz ankorada ceñida por un círculo. En su anverso, al centro, ostentaba en sobrerrelieve el rostro de José María Morelos. En su reverso, también en la parte central, presentaba el escudo de armas de Morelia.
El descubrimiento de que la pieza ya no se encontraba en su vitrina se hizo el sábado 22 de mayo y al día siguiente, domingo 23, ya informadas de los hechos las autoridades de la Secretaría de Cultura, el Departamento Jurídico de la institución, acompañado por el director del museo, hizo del conocimiento de los hechos a la Procuraduría General de Justicia del Estado.
La Mesa II de la XXII Agencia del Ministerio Público tomó conocimiento de los hechos ese mismo domingo 23 de mayo e instruyó a los afectados para que acopiaran y presentaran la información necesaria, de manera documental, en el siguiente turno de la agencia, 48 horas después.
Fue así como el martes 25 de mayo se levantó formalmente la Averiguación Previa Penal número 284/2010, en la cual se emprenden las investigaciones correspondientes.

Dos o tres, los ladrones
El robo de la primera presea Generalísimo Morelos delata un grave relajamiento en la disciplina del Museo del Estado en general y en el trabajo de los resguardos de sala responsables del área donde se localizaba la pieza, en particular, ya que para sustraer la presea fue necesaria por lo menos la intervención de dos o tres personas: idealmente, dos que fueran capaces de levantar el pesado capelo de cristal y una tercera que introdujera la mano para extraer la prenda. También es posible (aunque más improbable) que el delito lo hayan cometido sólo dos personas.
La razón de lo anterior estriba en que la base de la vitrina que resguardaba a la pieza tiene pestañas de madera que impiden que una sola persona pueda levantar el capelo de vidrio, inclinándolo por cualquiera de sus lados. En cambio, la protección sólo puede ser retirada levantando el capelo en una posición vertical, para lo cual se precisan obligadamente dos personas colocadas en extremos opuestos del cubo de vidrio.

“Regresar a la norma”
Entrevistado en exclusiva el pasado jueves 3 de junio hacia las 13:40 horas, el director del Museo del Estado, sociólogo José Luis Aguilera Ortiz, se reservó declarar acerca de los detalles esenciales del incidente, aduciendo prudencia ante una posible malinterpretación “en el sentido de que estamos entorpeciendo las investigaciones”.
La entrevista, captada en video, puede verse al final de este post. También se puede ver en Youtube, con mejor tamaño y resolución de imagen haciendo click
aquí. Sería muy divertida si el asunto no fuera tan delicado.
Mientras, acerca del tema de las medidas de seguridad, el funcionario afirmó que “ahorita, por lo pronto, hemos platicado con todos los resguardos de sala para regresar a la norma
Este “regresar a la norma” implica retomar medidas elementales: registrar a todos los visitantes, impedir su acceso con mochilas al museo y exhortar a los resguardos de sala a que estén realmente al pendiente de la gente que visita el recinto museístico.
Al parecer, por lo que declaró el director, estas medidas no se estaban respetando. Aquí es donde el cuestionamiento inevitable es: ¿qué clase de director permite que su personal se relaje al punto de hacer posible un hurto como el de la presea?
El funcionario afirmó: “Estamos distribuyendo mejor al personal en las salas porque hay algunos puntos ciegos que deben estar vigilados. Eso es todo, por lo pronto. Nos hemos reunido con todos los resguardos de sala de todos los turnos para exhortarlos a que no descuiden su trabajo”.
En cuanto a las investigaciones que se siguen, afirmó: “Todavía ayer (miércoles 2 de junio) fue a declarar otra persona (al Ministerio Público) y va a ir a declarar otro compañero, hasta agotar lo que la Procuraduría considere necesario de investigación”.

Disciplina y seguridad
El único museo moreliano que cuenta con medidas electrónicas de seguridad desde hace más de veinte años es el Museo Regional Michoacano “Dr. Nicolás León”, dependiente del INAH, con su sistema de cámaras de circuito cerrado. Le sigue el museo de sitio Casa de Morelos.
Todos los demás (los tres museos de la Secretaría de Cultura, el del Poder Judicial, el de las Artesanías, la Casa Natal de Morelos, los cuatro de la Universidad Michoacana –si se cuenta la sala Melchor Ocampo– y el Museo del Fósil) carecen de los beneficios de la tecnología.
Pero lo cierto es que, de no ser por descuidos y relajamientos elementales en la disciplina del personal, ninguno de esos espacios requeriría de medidas excepcionales de vigilancia ni de dispositivos de alta tecnología. Véase si no: durante esta década, varias exposiciones han sido objeto de hurtos. En todos los casos, el factor clave ha sido la falta de disciplina entre el personal.
Y las medidas que se ocupan son muy simples: impedir que el público ingrese con mochilas a las salas. Mantener por lo menos un custodio, vigilante o edecán en cada sala o piso, al pendiente de los visitantes. Requerir, sin excepciones, que toda persona se registre, consignando la hora de su entrada y salida.
Estas tres reglas de oro bastan para impedir, razonablemente, cualquier saqueo.
Basten dos botones como ejemplo de lo anterior.
En 2007 desapareció una pieza del Museo del Estado. No era (como se dijo, amarillistamente, “la pistola del general Francisco J. Mújica”, sino un arma de aquella época). ¿Qué sucedió? La responsable de la sala de donde se sustrajo el objeto había bajado a la dirección del museo a responder una llamada telefónica y nadie se quedó en su lugar.
También en 2007 alguien sustrajo de la planta baja del Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce un pequeño óleo de Luis López Torres. Esa vez la falta de disciplina también fue clave: las edecanes estaban ocupadas de atender a la gente reunida para una conferencia sobre cartel japonés y las tres salas de la planta baja fueron dejadas a solas. No se aplicó la norma de impedir que los visitantes ingresaran sin mochilas. La suma de hechos desafortunados consumó el hurto. El patrón se repite ahora, con el robo de la primera presea Generalísimo Morelos en el Museo del Estado.

Robos en el Siglo XXI
Estos son los hurtos más significativos cometidos en museos y foros morelianos durante la presente década.

  • 2003 Congreso del Estado. Hurtan el grabado El herido, de Alfredo Zalce, durante exposición temporal de homenaje. Colección del autor.
  • 2003 Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce. Desaparecen dos grabados de Alejandro Delgado en exposición temporal. Colección del autor
  • 2004 Casa Natal de Morelos. Roban litografía del Siglo XIX. Acervo del Gobierno del Estado.
  • 2004 Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce. Lienzo No se sabe todavía, del autor tapatío Felipe de la Torre en exposición temporal. Colección del autor
  • 2005 Casa de la Cultura de Morelia. Dos grabados de la artista checa Mila Judge-Fürstová en exposición temporal. Acervo de la embajada de la República Checa en México.
  • 2005 Museo del Estado. Dos fotografías de Antonio Zirión en exposición temporal.
  • 2005 Museo de Arte Colonial. Facsímil de Mapa de la Provincia Carmelita de la Nueva España, en exposición permanente. Colección del Frente de Afirmación Hispanista.
  • 2007 Museo del Estado. Pistola de la época del general Francisco J. Mújica. Colección del museo.
  • 2007 Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce. Óleo de Luis López Torres en exposición temporal. Colección del autor.
  • 2010 Museo del Estado. La primera presea Generalísimo Morelos, entregada por el ayuntamiento de Morelia en 1942 a Julián Bonavit. Acervo del Museo.

Preseas e historia
Desde el 18 de mayo de 1942 hasta el 18 de mayo del actual 2010, un total de 95 preseas Generalísimo Morelos han sido entregadas por el poder municipal en 55 emisiones, las cuales adquirieron una periodicidad anual definitiva a partir de 1965.
Antes de esa fecha, intervalos de hasta cinco años mediaron entre la entrega de una y otra presea. Pero casi siempre, desde el comienzo, la ceremonia de entrega se ha emprendido en duplas.
En sus primeras cinco ediciones, por ejemplo, los galardonados fueron:
Maestro Ignacio Mier Arriaga y doctor Julián Bonavit (1942). Maestro Miguel Bernal Jiménez y doctor Salvador Jara (1945). General Lázaro Cárdenas del Río y doctor Salvador González Herrejón (1950). Doctor Ignacio Chávez Sánchez y licenciado Antonio Arriaga Ochoa (1954), y doctor Samuel Ramos Magaña y profesor Jesús Romero Flores (1955).
El doctor Bonavit, autor de libros como Historia del Colegio primitivo y nacional de San Nicolás de Hidalgo (1958) y de artículos de divulgación de consulta internacional como Esculturas tarascas de caña de maíz y orquídeas fabricadas bajo la dirección del Ilmo. Señor Don Vasco de Quiroga (Anales del Museo Michoacano, sept. 1944, n° 3, segunda época), fue uno de los intelectuales más activos de su tiempo en Michoacán y en su vida pública llegó a ser rector nicolaita.

EN VIDEO


El director del Museo del Estado, sociólogo José Luis Aguilera Ortiz, en entrevista con este blog el pasado jueves 3 de junio. Lo sustantivo de su declaración: "Hay que regresar a la norma" dentro del museo en materia de medidas de seguridad.
Ve este video con mejor calidad en
Youtube


Pasando por alto esa "pero a ver... ¿cómo lo vas a manejar esto?", hay una declaración sustantiva del sociólogo José Luis Aguilera en la entrevista que aparece en video más arriba: aquella que señala que hay que "regresar a la norma".
Y es que la norma es muy sencilla y muy eficaz: marca que cada trabajador, en los museos, cumpla con el trabajo que desempeña. En el caso de los resguardos o custodios o edecanes de sala, que estén siempre al pendiente de los visitantes.
Porque el robo de la presea Generalísimo Morelos sólo fue posible porque los ladrones pudieron moverse a sus anchas durante 20 ó 30 segundos, enteramente libres de "miradas indiscretas" o de presencias que los hicieran "pensarlo dos veces" antes de consumar el hurto.
"Regresar a la norma" también conduce a preguntarse cuándo dejó de respetarse esa norma y por qué.
Evidentemente, una parte de la respuesta tiene que ver con el mismísimo director del recinto museístico y obedece a la lógica de una frase que dicta: "Si la cabeza está mal, todo está mal". En efecto, un director de museo está, entre otras cosas, para fijar una disciplina, particularmente en materia de medidas de seguridad. Unas medidas que, además (y lo digo muy sinceramente) no tienen por qué ser necesariamente muy sofisticadas.
Generalmente, cada vez que se ventila públicamente un robo de este tipo, los medios de comunicación locales se desgarran las vestiduras y cuestionan "dónde están las cámaras" de circuito cerrado y otras medidas que implican tecnología electrónica para resguardar nuestro patrimonio.
Pero la verdad es que, aunque deseable, esa tecnología no es decisiva en materia de seguridad. Basta en cambio con que el personal de los museos, tanto el de sala como los vigilantes, "hagan la tarea" y desquiten el sueldo que devengan manteniéndose al pendiente de sus visitantes... tanto para atenderlos, claro, como para monitorearlos.
El relajamiento de la norma no puede ser sino consecuencia de una dirección débil (que, dicho sea de paso, en estos momentos es la constante en todos los museos de la Secretaría de Cultura, a excepción, quizás, de la Casa Natal de Morelos).
¿Hará falta que comience otra rachita de hurtos, como la de 2007 (qué sospechosa fue, por cierto), para que los museos del Gobierno del Estado dejen de ser la caricatura de sí mismos en que están convertidos y garanticen la seguridad del patrimonio que alojan, y que es la memoria y la historia de todos los michoacanos?


El escritor michoacano Fernando López Alanís durante la conferencia.

En un año de conmemoraciones patrias que hasta el momento no se ha caracterizado por las actividades de divulgación, sino por un generalizado relajamiento en la actitud dedicada a los temas de nuestra memoria histórica, el dramaturgo, columnista periodístico y ensayista Fernando López Alanís ha hecho un llamado a no ceder a la salida fácil de “los chistes o de las mentadas de madre” contra el gobierno o contra los asuntos alusivos a la Independencia y la Revolución mexicanas.
El autor zitacuarense, autor de obras teatrales de tema histórico y quien también ha sido funcionario del sector educativo michoacano, participó en el programa de divulgación Viernes Culturales, que cada semana organiza el museo de sitio Casa Natal de Morelos.
Allí, con el tema Mexicanos traidores y descastados 2010, consideró que la ligereza con que se están abordando los temas patrios del Bicentenario y del Centenario genera un peligroso movimiento de desprestigio hacia esos episodios históricos y sus protagonistas.
Lo grave de tal estado de cosas, afirmó, consiste en que la trivialización y manipulación de tales hechos contribuyen a convertirnos en un pueblo más sumiso, más susceptible a la manipulación en temas que son sustantivos para nuestra realidad actual.

Al comienzo de la velada, durante la lectura de una misiva recibida desde Europa.

Desprestigio sistemático y omisiones dirigidas
El ponente advirtió contra la trampa de suponer que el mero hecho de hacer chistes y de trivializar a los personajes de nuestra historia, o de solamente burlarse e insultar al gobierno, sean expresiones que ensanchan nuestra libertad. Por el contrario –dijo–, tal relajamiento distorsiona el sentido de los héroes y de sus gestas y empobrece la capacidad crítica para reaccionar ante los desafíos de nuestro tiempo.
La plática dio inicio con una anécdota: el contenido de un correo que le escribió a López Alanís un amigo que actualmente radica en Francia. La misiva acentúa la manera en que México es percibido por algunos sectores del extranjero, así como las apreciaciones del propio autor en torno a México, visto desde “el otro lado” del Atlántico. Uno de los acentos de la epístola se ocupa de señalar la manera en que la economía nacional sufre una despiadada sangría por parte de diferentes firmas trasnacionales.
Desde ese punto de partida, el autor de José María sostuvo que, aunque en apariencia parezca positivo “desacralizar a los héroes” para “volverlos más humanos”, en realidad esa premisa está siendo manipulada para arrebatarle a esas figuras todo sentido de respeto y de inspiración.
“Están desprestigiando por completo todo el movimiento de Independencia –indicó–. Casi nos están diciendo que somos un pueblo indigno de haber nacido. Y los desprecios de los otros pueblos casi dicen: ‘ustedes son prescindibles, no tienen nada qué hacer en la historia de la humanidad’; ‘si los mexicanos desaparecen del planeta no pasa nada, al contrario. Nos están estorbando’ ”.
“De la Revolución –agregó– se habla bien poquito, y lo poquito también es así: asesinos, ladrones, enemigos de Dios y no sé cuántas cosas más; Madero estaba chaparro, flaco y feo”.
Señaló asimismo que, en medio de estas actitudes, hay algo de lo que no se ha dicho absolutamente nada en este año. Y es del sesquicentenario de la promulgación de las Leyes de Reforma, que se está conmemorando también en este 2010.
“Hace 150 años se promulgaron las Leyes de Reforma, que fueron las que acabaron con la sociedad teocrática que existía en el país, para darle nacimiento a una sociedad civil”.
Así pues, el ponente adujo que en este año de celebraciones patrias, en los hechos se nos están escamoteando los hechos más importantes de nuestra historia: nuestra Independencia, nuestra Reforma y la Revolución.
De esclavitud y compromiso con el futuro
“¿Qué les vamos a dejar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos?”, fue el exhorto esencial de la conferencia.
“Fíjense a dónde vamos –detalló–: “esto que decía mi amigo desde Francia, es terrible. Todo nuestro dinero y toda nuestra producción de riqueza ¿a dónde va en estos momentos? Eso hay que preguntárselo a Wal-Mart, a Costco, a los bancos, a las empresas ferroviarias… Si no somos un pueblo esclavo, estamos a punto de serlo. Estamos trabajando y generando riqueza para extranjeros. Y no lo vemos. No lo sentimos. Si alguien nos lo dice, le chasqueamos la lengua con incredulidad”.
“Pero en los hechos estamos trabajando, por ejemplo, para comprar nuestra agua pagada a extranjeros porque su patente de purificación y sus maquinarias de purificación son extranjeras” Y reincidió: “¿Qué les vamos a dejar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos?”

Momento de actuar
En este contexto, el escritor propuso:
“Yo pienso que es hora de acabar con los chistes y con las mentadas de madre. Digo que es hora de reaccionar. Yo digo que mandemos a los políticos al carajo y nos dediquemos a buscar a los verdaderos líderes que surjan de nuestro pueblo. Porque ¿de dónde salen los líderes? Del pueblo”.
Ejemplificó: “Hidalgo, Allende, Jiménez, Morelos, los Bravo, los Galeana, Matamoros… todos ellos dijeron ‘¡Ya basta! Vámonos a morir para ser libres o para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos sean libres’. Y hay una causa más por la que ellos salieron a luchar, y que también nos han escamoteado en los libros de texto: ‘para que nuestros descendientes sean dueños de un país donde puedan ser felices’. Y dijeron: ‘si para ello es necesario morir, ¡vámonos a morir!’ Y se fueron a morir”.
Ponderó: “Ninguno de ellos, cuando era niño y jugaba a los trompos o a las canicas, sabía que iba a ser un líder. Pero ellos se convirtieron en los dirigentes de una generación de mexicanos que salieron a morirse por nosotros… sin saber que nosotros los íbamos a traicionar aceptando, como lo hacemos ahora, que fueron una bola de bandidos y una bola de borrachos y de buenos para nada, salvo para matar gente”.
Porque cuando se dice de ellos que sólo querían apoderarse de la riqueza de los demás, se omite decir que esa riqueza era producida por este pueblo, en el territorio de la Nueva España, y que los novohispanos nacidos aquí sentían que ellos eran los dueños, y que era inaceptable que vinieran los extranjeros a llevársela”.
“¿Qué hizo –interrogó– la generación más pura y gallarda que yo he conocido en la historia de este país, que es la generación de los liberales del ’58? Dijeron ‘¡Vámonos a morir para acabar con las dictaduras y con una teocracia que nos tiene en la ignorancia!’. Y ellos sí vivieron circunstancias críticas. Lo que estamos viviendo ahora no se compara con lo que vivieron los liberales del Siglo XIX: no sólo habían padecido cuatro invasiones extranjeras, sino que además tenían encima todas las prédicas en los templos, donde se predicaba a la gente la idea de que era urgente y necesario traer un rey de Europa que pusiera orden en este país. Y mucha gente lo creía. Yo respeto esa creencia, pero también entiendo que había una reacción que decía: ‘lo que necesitamos es acabar con la causa de todas estas desgracias’, y la causa era la enorme riqueza de la Iglesia. Y los liberales pensaron quitarle esa riqueza, pero no para enriquecerse ellos (alguien que revise las cuentas bancarias de Don Benito), sino para hacer en México lo que ya se había hecho en Europa: que la riqueza de manos muertas se pusiera a producir. Y eso fue lo que se logró. Que después se desvió con las haciendas del porfiriato, es otra cosa”.

"Es hora de que rescatemos el orgullo, la dignidad, y con ellos la casta"

Sacar la casta
“Nos tienen narcotizados –aduciría después–. Somos felices, estamos encantados porque nos dejan mentarle la madre al gobierno, porque nos dejan hacer chistes y subirlos a la internet. Y seguimos trabajando para que todo se lo lleven los extranjeros, tan tranquilos. Creo que es hora de que rescatemos el orgullo y la dignidad y con ellos la casta. Debemos mostrar la casta”.
Concluiría su convocatoria con las siguientes reflexiones:
“Vale la pena que tengamos presente esto: que las futuras generaciones no vayan a pensar en nosotros como una generación que traicionó los ideales y los sueños de 1810, de 1860 y de 1910. ¿Cómo le podemos a hacer? Soñando un país, imaginando la justicia, la razón, la verdad y la felicidad para nosotros y para nuestros hijos y después ir a pelear por eso”.
“Alguien me dirá ‘es que ya no hay revoluciones armadas’. Muy bien, entonces no hagamos una revolución armada. Hagamos una revolución ideológica. O vamos a hacer otro tipo de revolución… ¡pero vamos a hacer algo!”
“Necesitamos pensar, reflexionar, tener la mente lista y el corazón en su sitio, de manera que alguna vez se pueda decir de nosotros: “se dieron cuenta de lo que estaba pasando, reaccionaron y se murieron para que los siguientes mexicanos fuéramos un pueblo digno, un pueblo orgulloso, un pueblo que verdaderamente hizo un servicio a la humanidad”.

EN VIDEO


Fragmentos de la conferencia en la Casa Natal de Morelos.




Con mente de lagartija




Allá en la fuente…


Por otro lado ¿no era absolutamente evidente que eso iba a suceder? Quiero decir: si a los diseñadores de la fuente les molesta que la gente se ponga a jugar con los surtidores de agua, debieron instalar un perímetro.
Por lo pronto, la fuente Bicentenario es uno de los espacios legítimamente más vivos de la plaza Ocampo. La gente es feliz.


Melchorcito arrinconado


Memoria en pie


Datos de la plaza

Bicentenario de cartón piedra
Las obras forman parte de la exposición itinerante Bicentenario, promovida por el gobierno federal, y están realizadas con fibra de vidrio.
Lizeth Ibarra en la galería Omo

Anatomías etéreas


de un pensamiento



Mutación de la estructura (óleo sobre tela, 70 X 90. 2004. Fragmento) Sandra Lizet Ibarra Pérez.

Nueve óleos de formato medio (en dimensiones de 70 X 90 y 80 X 113) integran la exposición Anatomías etéreas de un pensamiento, que es la segunda exposición que se inaugura en la galería privada Omo, en el centro histórico de Morelia.
Las obras a la vista han sido seleccionadas de dos series emprendidas por Sandra Lizet Ibarra Pérez entre 2004 y 2009: Abstracciones del cuerpo y Cambiando un territorio estéril.
Los nueve trabajos participan del expresionismo abstracto, esa corriente amplísima en su variedad que nació como parte de las vanguardias europeas de comienzos del siglo XX. De manera muy particular, la autora asienta buena parte de sus premisas y de su temperamento en la vertiente denominada abstracción biomórfica, en la que las ideas que subyacen colores, planos y formas proceden de un universo orgánico, biológico, más o menos explícito.

Hacia la puerta áurea (óleo sobre tela, 80 X 113. 2009. Fragmento) Sandra Lizet Ibarra Pérez.

Pero la manera en que la autora se aproxima a esta tendencia merece una explicación. Por ejemplo, Sandra Lizet Ibarra está lejos de hacer fetiches o figuras rupestres; sin embargo, ha aprovechado la lección de tales formas para inventar ritmos más dinámicos en sus lienzos.
Un permanente movimiento de vaivén opera en sus óleos y conduce sucesivamente de la intuición fantástica a la intelectualización, de la imagen mágica a la representación.

Máscara primitiva (óleo sobre tela, 70 X 90. 2005. Fragmento) Sandra Lizet Ibarra Pérez.

El resultado es muy lírico (pero siempre es bueno recordar que “lo lírico” se caracteriza por el predominio de las motivaciones subjetivas sobre las objetivas: experiencias en las que la manifestación artística se torna más personal que nunca).
En este sentido, la obra a la vista es más sensibilidad que energía. Las de Ibarra son formas estáticas (aunque, dentro de su estatismo no renuncien a la vibración del ritmo mediante el juego de planos que se yuxtaponen o se contraponen entre las formas o desde las formas mismas). Pero desde tal punto de vista, en los títulos en exposición estas vibraciones todavía persisten en sujetarse a figuras reconocibles. Aún en los planos que simplemente se intersectan o que se cruzan se deja adivinar una costilla, una puerta abierta al misterio, bípedos y cuadrúpedos más o menos informes, aves intuidas… y el espectador puede recomponer esas sugerencias sin invertir demasiada imaginación.

Arqueología moderna (óleo sobre tela, 80 X 113. 2008. Fragmento) Sandra Lizet Ibarra Pérez.

Al ver los trabajos de la autora y pensando en el ámbito de abstracción biomórfica al que definidamente se corresponden, siento que a las obras les falta dar un paso adicional, en el que la profundidad espacial se transforme en profundidad dinámica. Quiero decir: algo que ya no represente ni sugiera la representación de alguna forma dada, sino que adquiera una pureza (por el momento todavía anhelada) que revele con toda su potencia un estado de ánimo, ya manifestado desde las ecuaciones geométricas de lo intelectual o desde el desgarrón con que barrunta el instinto.
Lo interesante de los trabajos, en todo caso, es que a la autora no la impulsa un racionalismo cartesiano; Lizeth Ibarra no trata de explicar la naturaleza. Tampoco quiere expresar el mundo que limitan las experiencias sensibles. Sin embargo, sí adopta una posición metafísica-espiritual que en lo personal me resulta confusa. Pero como tampoco deja nada librado a la intuición mística propiamente dicha, lo que consigue en la mayor parte de sus lienzos es una construcción lírica a secas, que comienza y termina en una subjetividad razonante y que, por serlo, lastra mucho del potencial implícito en los trabajos.

Fuerza primitiva (óleo sobre tela, 70 X 90. 2007. Fragmento) Sandra Lizet Ibarra Pérez.

Evidentemente, como una autora informalista, Ibarra rechaza los dos sistemas de que se valieron los pintores desde el Siglo XVI para incorporar la injerencia de la realidad física en la constitución mental de las formas plásticas: rechaza tanto la perspectiva geométrica de los clásicos como la perspectiva atmosférica de los románticos. Oscila, en cambio, entre una forma conceptual que se torna estática y una inquietud de adivinación que le otorga cierta vitalidad.
Adicionalmente, como descompone las formas en planos y con frecuencia las reduce casi a sus valores concretos (esferas, estrellas, medias lunas, círculos…), está siempre guiñándole el ojo a la geometría… pero desde ese lirismo al que ya me referí y que en varios momentos convierte a las obras en experiencias de ornato, es decir: obras más o menos inofensivas, en las que predomina un oficio capaz de seguir y responder al gusto promedio imperante en determinados públicos.

Conexión neuronal (óleo sobre tela, 90 X 70. 2005. Fragmento) Sandra Lizet Ibarra Pérez.

Todas las libertades están permitidas al pintor, a condición de provocar lirismo”, escribía Amedée Ozenfant hace ya sus buenos noventa años. Pero esta frase, que parece tan simple e incluso inocua, amerita más atención. No es lo que parece.
El más purista de los pintores cubistas franceses se refería ante todo a la necesidad de una libertad que le diera al artista la opción de no someterse a la religión ni a la política ni a la historia ni a las costumbres ni a la naturaleza. Es decir: pedía una libertad capaz de luchar en contra de todo cuanto se presentaba hecho al artista... y de paso invitaba al espectador a alcanzar esa zona “fuera del tiempo y del espacio” en la que las artes se dan la mano con una forma de pensamiento tan pura como la del pensamiento matemático.
Recurro, pues, a Ozenfant, porque para él el término lirismo era sinónimo de precisión y de arrogancia metafísica: la única manera de exprersarse de modo provechoso para alguien que quizás ya no cree en la existencia de una armonía preestablecida, pero sí en la capacidad humana de crearla (y que por eso se funda en la libertad absoluta).
Pienso que la premisa señala, con gran fidelidad, los aciertos y las limitaciones de una exposición como esta.

La estructura de una máquina para tomografías en desuso también se aloja en la galería.


Unas treinta fotografías a color dedicadas a la artesanía de diversas regiones del país integran la exposición Arte, manos y amor, que fue inaugurada el martes 11 de mayo en la galería de exposiciones temporales del Museo Histórico y Archivo del Supremo Tribunal de Justicia, en instalaciones del antiguo Palacio de Justicia, en el centro histórico de Morelia.


Celebración y fugacidad
Más que descriptivas o documentales, las imágenes de esta exposición tienen un carácter celebratorio. Dan testimonio del quehacer artesanal en distintas localidades de Colima, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Michoacán, entre otros estados de la República.
Pero la idea de imágenes como las que conforman Arte, manos y amor no es tanto la de dar testimonio de una actividad o de unos objetos, sino de prolongar la admiración, la simpatía, el gusto o el placer que despiertan en quien los contempla.
Cada imagen en esta muestra busca ese fin: el de no estropear el deseo, no dejar que se desvanezca en el eje de la realidad.


Celebración y permanencia
Las fotos así logradas son un procedimiento para dar permanencia a aquello que no está destinado a durar: una sensación, un sentimiento, un estallido, una intensidad que sólo conservaría su pureza en la fugacidad, pero que puede respirar, a pesar de todo, en la permanencia de un documento visual.
Son 31 fotos que se exhiben en impresión digital y este sentido de celebración, que ya había estado presente en tres exposiciones previas del autor (Caminos, Cruces en el Camino y Canto a la Diosa, todas ellas en Morelia), define a la muestra.


Cercanías directas
A pesar de este potente rasgo celebratorio, la muestra no acude a procedimientos nostálgicos ni melancólicos, que suelen acompañar a lo festivo como un elemento que, en medio del placer, establece una línea entre la obra y los espectadores o que marque una distancia cualesquiera.
Porque, finalmente, la melancolía siempre se convierte en un estado basal: se instala, se afinca. Parece el residuo de un trabajo (“Yo ya no tengo eso, ya no soy eso”). Por el contrario, las visiones de López Alanís no buscan establecer ninguna distancia, ninguna lejanía con su tema.
Es así como, efectivamente, la riqueza de color, de líneas y de luz de las artesanías es captada por la lente del autor. Y que este procedimiento se cumpla es lo que permite implicar, en la muestra, la admiración por nuestros artesanos, “quienes, así conservan nuestros tradiciones, nuestras costumbres y nuestras formas de ser social, expresadas mediante la artesanía utilitaria, al mismo tiempo que nos dan identidad ante nosotros mismos y ante otros pueblos”.

Cuarta exposición
López Alanís es mejor conocido como periodista, conferenciante y literato (cuenta con varias dramaturgias de tema histórico, así como ensayos de divulgación). Sin embargo, en los últimos años también ha venido logrado una presencia en el ámbito de la fotografía.
En este contexto, Arte, manos y amor es su cuarta exposición fotográfica individual, luego de tres experiencias previas, a las que se añadiría su colaboración en distintas exposiciones colectivas de la agrupación “Pro Cultura, A. C.”, de la que es integrante; entre estas últimas las más recientes han sido Marathón Cultural, en la Calzada Fray Antonio de San Miguel, en Morelia, y Matices Visuales, presentada este año en las ciudades de Abasolo, Acámbaro, Ciudad Hidalgo y en La Casona de las Rosas, de Morelia).


El autor en breve

Originario de Zitácuaro, Michoacán.
Maestro en Literatura por la Escuela Normal Superior de México.
Trabajador de la Secretaria de Educación, donde ha ocupado diferentes cargos, desde maestro de grupo hasta el de Secretario Técnico.
Periodista, ensayista, y conferenciante sobre cuestiones de educación, política, arte, valores humanos, cultura; temas de los que ha publicado también libros (12 títulos) y folletos y más de mil artículos.
Dramaturgo, ha escrito 25 obras para Teatro, de las cuales 10 son de personajes y acontecimientos de la Historia de México.
Pertenece a la Academia Mexicana de la Educación, es miembro del Seminario de Cultura Mexicana y de la Sociedad General de Escritores de México. También es miembro activo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
Cuenta con ficha personal en la Enciclopedia de México, en el Diccionario Milenios de México y en el Diccionario de Dramaturgos del siglo XX.

EN VIDEO

Aspectos de la exposición y breve entrevista.

Alumnos de la secundaria federal No. 12 reciben una visita guiada a los contenidos del Pabellón Bicentenario.

Con 2 mil 400 metros cuadrados que reúnen cuatro exposiciones de perfil didáctico, tres módulos multimedia con recursos interactivos, una sala de proyecciones de cine y video, un auditorio, una discreta librería, un stand de ventas y un área de talleres, el “Pabellón Bicentenario y Centenario 2010”, que ha sido emprendido por la Secretaría de Cultura de Michoacán, es uno de los espacios más vistosos y mejor organizados dentro de la expo feria Michoacán.
En este sentido, es una verdadera lástima que justo cuando se está emprendiendo un proyecto como este, la feria Michoacán 2010 tenga un porcentaje de visitas que la deja muy lejos de ser ese “escaparate comercial” que alguna vez fue.

Contraluz matutino. Una visita al Pabellón Bicentenario.

A pesar de todo, los contenidos y el concepto mismo del pabellón tienen un gran atractivo. De manera particular, el trabajo emprendido para articular las dos “Líneas de tiempo” que ilustran e interconectan hechos mundiales, nacionales y regionales asociados a los movimientos sociales de 1810 y 1910, ofrece un depurado ejercicio de síntesis. No le resta sabor a sus contenidos ni los trivializa; ha conservado de ellos lo esencial indispensable en un recorrido ameno y accesible.

Vocación didáctica

Pero la vocación didáctica define al pabellón en su conjunto. Por ejemplo: doce pantallas en el área interactiva le ofrecen a los visitantes la oportunidad de ver videos documentales sobre distintos hechos alusivos a nuestra historia, de responder cuestionarios que ponen a prueba conocimientos generales sobre las gestas de la Independencia y de la Revolución, e incluso de tomarse fotografías instantáneas vía cámara web. Cuatro atractivos personajes virtuales, diseñados ex profeso para el pabellón, acompañan a los usuarios e interactúan con ellos durante las sesiones ante la pantalla desde un concepto fresco y juguetón.

Los tres módulos del área interactiva (en total, pantallas para la atención simultánea de doce usuarios) reciben a los visitantes en el acceso principal del pabellón.

Por lo que toca a los talleres que se ofrecen, son conducidos por personal capacitado, entre el cual sobresalen, por sus largas tablas y su amplio “colmillo”, trabajadores adscritos al Museo del Estado, en Morelia. En estos talleres, a partir de la narración de historias, de breves dramatizaciones y de actividades de dibujo y pintura, los niños y jóvenes reafirman sus conocimientos históricos y sociales.
Mientras, tanto las líneas de tiempo dedicadas a la Independencia y la Revolución como la doble exposición “Hacia la Construcción de la Nación: Michoacán en la Independencia y la Revolución” están ilustradas con pinturas, murales, grabados y dibujos que dan amplio testimonio de la riqueza artística y patrimonial que existe en Michoacán. Aparecen en ellas imágenes procedentes de murales como los que se alojan en el Palacio de Gobierno en Morelia, pero también en distintos inmuebles de Jiquilpan, Apatzingán, Carácuaro, Nocupétaro, Janitzio (dentro del monumento a Morelos, en esa isla) y Nueva Italia, así como obras de caballete pertenecientes a acervos patrimoniales públicos y privados.

Un acrílico de Manuel Pérez Coronado (MAPECO), realizado en 1965 y actualmente en instalaciones del CECyTEM Carácuaro, ilustra algunas de las condiciones que predominaban en el México de finales del Siglo XVIII y comienzos del siglo XIX.

El panorama que se brinda así, no solamente de episodios históricos, sino de sobresalientes ejemplos del quehacer de autores michoacanos, es sorprendentemente amplio y generoso.
La oferta se redondea con el programa de proyecciones de cine y video, que tiene funciones diarias, y con las actividades vespertinas en el auditorio, que amparan funciones de teatro y danza.

“Como una historieta”

En entrevista, las historiadoras Sofía Irene Velarde y Cinthya Vargas, dos de las responsables de la investigación histórica y del guión temático para las líneas de tiempo y para las exposiciones del pabellón, así como la maestra María Eugenia Fuentes Lanning, directora del Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce y responsable del guión museográfico del pabellón, explican que el diseño del espacio se resolvió en dos intensos meses de trabajo, durante los cuales lo más interesante consistió en que ambos guiones (el temático y el museográfico) se desarrollaron de manera simultánea.

Los constituyentes (fragmento). Óleo sobre tela fechado en 1950 y atribuido a Roberto Cuevas del Río. La obra original se encuentra en el museo Casa de la Constitución, en Apatzingán, Michoacán.

Velarde y Vargas ponderan que la parte más difícil de su trabajo consistió en priorizar los hechos que se iban a difundir en las “Líneas de tiempo”, una vez concluida la investigación histórica.
“Tenía que ser un material ágil y conciso, muy accesible… pero también estaba presente el reto de no decir obviedades o de quitarle sustancia a dos periodos tan apasionantes de la historia nacional como los de la Independencia y la Revolución”.
A su vez, al hablar de los desafíos de la parte que le correspondió a ella y a su equipo, la maestra Fuentes Lanning señala: “Para el guión museográfico hemos tenido muy claro que nuestro público principal es de jóvenes y niños, de modo que desde el principio supimos que necesitábamos algo muy visual… que los visitantes pudieran acercarse a los contenidos como si se tratara de una historieta. La parte más fuerte en el trabajo de acopio de imágenes recayó en el fotógrafo Guillermo Wusterhaus, quien acudió a Janitzio, Apatzingán, Carácuaro… a la mayor parte de los lugares de los que exhibimos obra patrimonial. Pero también fue fundamental el apoyo de los diseñadores gráficos y de los arquitectos que se sumaron al proyecto y con quienes hubo una interacción muy eficaz. Conservo de esta experiencia el placer de haber trabajado con un equipo multidisciplinario de una forma muy profesional. Estoy muy satisfecha”.

La historiadora Sofía Irene Velarde, integrante de la coordinación de investigación histórica para el Pabellón Bicentenario.

Una feria sin buena salud

A pesar de sus aciertos, el “Pabellón Bicentenario y Centenario 2010”, que ha sido emprendido por la Secretaría de Cultura, también comparte el hado oscuro que envuelve a la expo feria Michoacán de este año.
Hay que decirlo. La feria no goza de buena salud. Síntomas y causas son evidentes.
Despojada de sus raíces originales en los terrenos de la antigua feria, desarraigada de su tradición por la ruptura que significó la experiencia del año pasado (la “feria itinerante” que anduvo dando tumbos a tontas y a locas por varios municipios), agresiva con el bolsillo popular a causa de la mayor parte de los precios que se deben pagar, ya dentro de sus instalaciones, por consumo o servicios, y amenazada por el espectro de la violencia, que durante su mismísima jornada inaugural casi le costó la vida a la titular de Seguridad Pública, Minerva Bautista, hace unos días, la expo Feria Michoacán 2010 ha perdido mucho del glamur y del atractivo propios de una feria.

El fusilamiento de Morelos. Fragmento del mural que se localiza dentro del Monumento a Morelos, en la isla de Janitzio. La obra fue realizada por Ramón Alva de la Canal.

Sobre todo, no se advierte en su actual edición la actividad comercial propia de ferias anteriores. Y la languidez de esta actividad comercial, que es el corazón de toda feria, también explica en gran medida la disminución del público asistente.
De acuerdo a versiones oficiales, por ejemplo, el pasado 30 de abril, “Día del Niño”, fue el día de mayor afluencia de público a las instalaciones, con unos 40 mil visitantes. Pero la cifra, incluso en el caso de ser real, dista mucho de ser un promedio.
La expo feria anda de capa caída. Hasta circula por ahí un chascarrillo acerca de su patente invisibilidad.
La gente percibe, a pesar de todo, que el país no está para fiestas. La violencia durante su jornada inaugural, con el atentado contra la titular de Seguridad Pública debe haberle recordado a mucha gente en qué Morelia vivimos desde los granadazos de septiembre de 2008. Y los impulsores de la feria, a su vez y a pesar de sus estrategias, no han atinado a encontrar la manera de remendar una tradición rota y violentada. Un signo de los tiempos.

La historiadora Cinthya Vargas, de la coordinación de investigación histórica para el Pabellón Bicentenario.

Vista general del auditorio del pabellón, donde se realizan diariamente distintas actividades escénicas.

La responsable del guión museográfico del pabellón, María Eugenia Fuentes Lanning, directora del MACAZ.

La primera maqueta de trabajo con la que fue definida la disposición general de espacios en el pabellón.

VIDEO

Algunas de las actividades emprendidas con alumnos de la Secundaria Federal No. 12, Biólogo Wenceslao Victoria. Video realizado el martes 4 de mayo hacia las 11:00 a.m. en instalaciones de la expo feria.

La dramaturga y directora Perla Szuchmacher recibirá homenaje durante la Muestra Estatal de Teatro que comienza en junio.

La Muestra Estatal de Teatro Michoacán 2010, que comienza el mes entrante en Morelia, estará dedicada a la memoria de la dramaturga y directora teatral Perla Szuchacher, quien falleció este lunes 10 de mayo víctima de un cáncer intestinal que avanzó velozmente durante los últimos cinco meses.
El departamento de teatro de la Secretaría de Cultura de Michoacán, que coordina Fernando Ortiz Rojas, informó la tarde del martes (ayer), que durante la Muestra se exhibirán los trabajos Vieja el último, La Nave y Lágrimas de agua dulce. Estos tres montajes tienen como denominador que fueron o dramaturgias originales de Szuchmacher o trabajos asesorados por ella, siempre con la intervención de teatristas michoacanos.
Por lo que atañe a Vieja el último, esta pieza fue montada hace más de un lustro por el también actor Copérnico Vega y fue estrenada en el Museo del Estado. En cuanto a La Nave, este proyecto (dramaturgia original del moreliano José Luis Pineda), fue asesorado por Szuchmacher y se convirtió –hasta la fecha– en la mejor puesta en escena del grupo Espacio Vacío Teatro. Finalmente, Lágrimas de agua dulce (dramaturgia original de Jaime Chabaud sobre cuento del mismo autor), fue una puesta en escena emprendida por la actriz michoacana Ana Zavala con asesoría de la autora desaparecida ayer.

Una imagen de la obra Lágrimas de agua dulce, original de Perla Szuchmacher, con la que la actriz moreliana Ana Zavala ganó el primer lugar en la Muestra Estatal de Teatro de 2008.

La Secretaría de Cultura emitió un comunicado de prensa que dice, textual:

El pasado 10 de mayo el teatro en nuestro país se vistió de luto ante el fallecimiento de la maestra Perla Szuchmacher quien tuvo una importantísima aportación en el reconocimiento del teatro para jóvenes y niños en nuestro país. Como muestra, ella impulsó el Festival Internacional de Teatro para Niños “Telón abierto”. Durante el ejercicio de su profesión, la integrante del grupo 55 junto a Larry Silberman defendió la importancia que durante muchos años se negó al teatro infantil y mostró el lugar digno que merece entre un público familiar.
Asimismo, su empeño en la conquista de un creciente público infantil ante propuestas de teatro serias y lúdicas, le valió recibir en vida diferentes reconocimientos a su labor creativa, pedagógica, dramatúrgica y de dirección escénica.
Particularmente para el estado de Michoacán, la experiencia y el compromiso de la creadora, significó un claro enriquecimiento al quehacer escénico, ya que mantuvo asesorías al Programa de Teatro Escolar durante varios años con el Grupo 55 (en el que hizo dùo con Larry Silberman), las cuales le permitieron fortalecer trabajos como “Todo de a dos”, “El muerto todito” y posteriormente emprender la asesoría de dirección del montaje “La Nave” y dirigir a la actriz Ana Zavala, como becaria del Sistema Estatal de Creadores, en el monólogo "Lágrimas de agua dulce".
Quizá una de las características que definió a la dramaturga y directora argentina, radicada en México, fue su generosidad y su inteligente visión para el teatro infantil, por ello y por su invaluable contribución a las artes escénicas de la entidad, la Secretaría de Cultura de Michoacán a través del Departamento de Teatro, rendirá un homenaje a la labor de Perla Szuchmacher, dedicándole la próxima Muestra Estatal de Teatro, a realizarse del 18 al 27 de junio próximos.
Durante el escaparte escénico del teatro michoacano se presentarán las obras "La Nave", "Lágrimas de agua dulce" y "Vieja el último", puestas en escena que permitirán acercar a la comunidad teatral y al público en general, al ejercicio de la profesión que encaró con dignidad y compromiso la maestra Perla Szuchmacher
.


Elí Ramsés Figueroa formula observaciones de último minuto con los actores antes de correr el ensayo general, este lunes en la EPBA centro.

Los alumnos de un colegio juegan y fantasean con los prototipos de “héroe” propios de la televisión y los videojuegos, poco antes de participar en la obra Todos los héroes del bicentenario. Su intervención en esa puesta les permitirá repasar las lecciones de historia sobre la independencia de México, pero también empezar a comprender la verdadera naturaleza del heroísmo.
En estos términos se cumple la historia de Todos los héroes del bicentenario (original del chilango Miguel Ángel Tenorio), con la que el grupo Cacofonía representará a Michoacán por segundo año consecutivo en el Encuentro Nacional de Grupos Infantiles de Teatro.
La puesta se estrenó la semana pasada en Morelia, en el escenario del teatro Stella Inda, del IMSS y este lunes se emprendió un ensayo general con público en la sala Silvestre Revueltas, de la Escuela Popular de Bellas Artes. El miércoles 5 se ofrece una función en el pabellón Bicentenario de la feria de Michoacán.

“Dice doña Josefa…”
Concebida como juego celebratorio, Todos los héroes de la Independencia procura, ante todo, que el tema histórico sea atractivo para las generaciones jóvenes a las que está dirigido. Acude a varios recursos para alcanzar ese fin: la música electro, una sana dosis de irreverencia, la inventiva manipulación de mínimos recursos escénicos (esos banquitos polisémicos, que lo mismo son asientos que bazookas, caballos, cascos o trincheras a lo largo del trabajo), breves cuadros coreográficos y un lenguaje fresco, correspondiente a la edad de los personajes, que son alumnos de secundaria.
Mientras, la reconstrucción histórica se concentra en el momento en que la conspiración de Querétaro es descubierta y doña Josefa, La Corregidora, formula la encomienda de que se avise de inmediato de los hechos al cura de Dolores, Don Miguel Hidalgo.
“Dice doña Josefa que no dejemos la independencia para mañana si la podemos hacer hoy”, es el mensaje que, como muchos otros, será transmitido a los cabecillas del movimiento por mujeres de la servidumbre.

Feminidad y actualidad
Pero a propósito de esto, es importante destacar la importancia que en la puesta se le otorga a los papeles femeninos, con todas esas mujeres que, ya indígenas, criollas, sirvientas o esposas, representan la correa de transmisión de los acontecimientos, sin cuya intervención toda acción, toda revuelta, toda lucha habrían sido imposibles.
Pero el mensaje tampoco es una mera ilustración histórica, sino un acicate para que hagamos nuestro, hoy, el sentido del mensaje transmitido por la Corregidora. En este sentido, la dramaturgia del autor de En español se dice abismo, Galileo y sus amigos y En boca de todos, Bocanegra, entre otras, también posee cierto rasgo contestatario que le da un atractivo adicional.

Retos en escena
La puesta tiene una buena dirección de escena y algunos tratamientos sobresalientes, como su explícito ludismo a la hora en que los personajes juegan con los banquitos, a los que transforman en media docena de objetos y seres distintos.
La cuestión actoral ya es otro asunto, especialmente si se pone en perspectiva el hecho de que Cacofonía es una compañía que ya está cumpliendo un año desde su formación (debutaron con La historia del príncipe que tenía que trabajar para seguir siendo príncipe, el año pasado, también para representar a Michoacán en el Encuentro Nacional de Grupos Infantiles de Teatro (aquella vez en Campeche, esta vez en Hidalgo).
Desde este punto de vista, aunque se advierte un avance general en el trabajo con los niños (cuya participación también se ha concentrado, pasando de diez a seis integrantes), sigue faltando un componente de frescura, de juego en escena… es decir, de un ejercicio de dirección de actores que responda con mayor fidelidad a cuanto significa trabajar con niños en el escenario.
Tanto María Elena como Ramsés han tenido experiencias muy sobresalientes en el teatro moreliano reciente, con títulos como La historia de infancia de Nuc y Round de sombra, pero en lo que atañe a su faceta de teatro infantil (un ámbito muy demandante) les es preciso trabajar mucho más.

Currículum del grupo Cacofonía


2008 Seleccionados para asistir al IV Encuentro Nacional de Grupos Infantiles de Teatro, para representar al estado de Michoacán, en San Francisco de Campeche, Campeche con la obra: “El príncipe que tenía que trabajar para seguir siendo Príncipe” de Miguel Ángel Tenorio, adaptación de Perla Szuchmacher y Ramsés Figueroa. Dirección de Ramsés Figueroa y María Elena Barrientos O.
2008 Asistencia al Taller para directores de Grupos Infantiles de Teatro. CONACULTA, INBA. Alas y Raíces. México D.F. Diciembre.
2009 Asesoría escénica en el montaje el “Príncipe que tenía que trabajar para seguir siendo Príncipe” por la dramaturga y directora de Teatro para Niños Perla Szuchmacher.
2009 Taller de Títeres para los niños integrantes de la compañía Cacofonía, en el marco del IV Encuentro Nacional de Grupos Infantiles de Teatro.
2009 Participación de los niños en el 2do Coloquio de la Muestra Estatal de Teatro. SECUM. Foro La Bodega. 23 de Junio. Morelia, Mich.
Funciones de la obra “El Príncipe que tenía que trabajar para seguir siendo Príncipe”
2009 Estreno. 2 de Abril. Teatro Ocampo. Morelia, Michoacán.
2009 Funciones 4, 5, 17 y 18 de Abril. Teatro Stella Inda (IMSS). Morelia, Michoacán.
2009 IV Encuentro Nacional de Grupos Infantiles de Teatro. 23 de abril. Teatro de la Ciudad Francisco de Paula y Toro. San Francisco de Campeche, Campeche.
2009 Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. 12 de Junio. DIF de Uruapan. Uruapan, Michoacán.
2009 Muestra Estatal de Teatro. 21 de Junio. Foro “La Bodega”. Morelia, Michoacán
2009 Seleccionados para asistir al V Encuentro Nacional de Grupos Infantiles de Teatro 2010. Obra: Todos los héroes del Bicentenario. Autor: Miguel Ángel Tenorio. Co-dirección: María Elena Barrientos y Ramsés Figueroa.
2009 Asistencia al Taller para directores de Grupos Infantiles de Teatro. CONACULTA, INBA. Alas y Raíces. México D.F. Diciembre.



Algunos momentos de la puesta Todos los héroes del Bicentenario.

S a n t o y s e ñ a

Todos los héroes del bicentenario

Dirección: María Elena Barrientos.
Dramaturgia: Miguel Ángel Tenorio.
Con: Montserrat Haro (Miguel Hidalgo y Niña 1). Jacqueline Guadalupe Reyes (Josefa Ortiz de Domínguez y Niña 2). Jazmín Reyes (Abasolo, Concha, Pancha y Niña 3). Leonardo Pablo Leyva (Don Miguel el Corregidor, Hombre 2 y Niño 1). Carlos Leonardo Maupomé (Allende, Hombre 3, El General y Niño 2). Luis Fernando Herrera (Aldama, Hombre 1, Muchacho y Niño 3.
Adaptación, diseño de escenografía, iluminación, edición musical y asistencia de dirección: Elí Ramsés Figueroa
Entrenamiento vocal: Lucía Díaz
Diseño de vestuario: Pamela Pulido
Apoyo técnico: Jaime Rojo Noguerón
Producción: Alas y Raíces de Michoacán
Productora ejecutiva: María Elena Barrientos
Asesoría: Carlos Converso

RECURSOS EN LA WEB
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El teatro de Morelia en video