Una imagen de El Doliente de Hidalgo, que para algunos historiadores es “La segunda bandera de México”. El estandarte original es de lana roja y lleva al centro una cruz con una calavera y dos canillas. Tiene aplicaciones en sarga de lana blanca y porta la leyenda El doliente de Hidalgo Deá 12, aplicada en sarga de lana negra. El estandarte fue realizado entre 1811 y 1812 para ser enarbolado por el Regimiento de la Muerte que organizó José María Cos para continuar la lucha contra los realistas. El Regimiento de la Muerte tuvo la misión de defender a la ciudad de Zitácuaro del asalto de las tropas realistas que comandó Félix María Calleja el 2 de enero de 1812.

Con recursos inferiores a un millón de pesos y un concepto que, si bien no es minimalista, sí va en pos de lo esencial indispensable, el realizador Eduardo Bautista rodará durante el próximo mes de julio su Opera Prima en largometraje: El doliente de Hidalgo, que tiene una duración de 120 minutos. El filme está estructurado en cierto sentido (aunque esta descripción, así formulada, es demasiado plana) como una serie de flash backs en los que el caudillo y estadista michoacano José María Morelos y Pavón recapitula sobre su vida, sus luchas y sus motivos durante los días en que permanece cautivo en la prisión secreta de la Inquisición, en la ciudad de México, sabiendo que no saldrá vivo de allí y que su destino inevitable será el de morir fusilado. El ajuste de horario de la Secretaría de Cultura para la conferencia de prensa, que fue adelantada una hora, me impidió llegar a la misma ayer al mediodía en la Casa de la Cultura, pero en cambio tuve oportunidad de una extensa charla de café con Eduardo Bautista y con el actor Mario Sandoval; este último lleva la responsabilidad de interpretar al Rayo del Sur en el filme. Al final de este post aparecen en video los momentos más significativos de la entrevista con Eduardo Bautista.

Dolientes del Siglo XXI
Mientras, Eduardo Bautista explicó a Poliedro: “Tomo para la película el nombre de la bandera que hizo el doctor Cos, secretario particular de Morelos, cuando todos se enteran de que Hidalgo ha sido fusilado. Ellos la confeccionaron en memoria de Hidalgo, para crear un regimiento de, digamos, fuerzas especiales, al que bautizaron precisamente así: los Dolientes de Hidalgo. “Evidentemente –añade–, la película no se trata de la bandera, sino que toma el nombre de la bandera porque nosotros mismos, los involucrados en este proyecto, nos asumimos como dolientes de Hidalgo: como personas que, a doscientos años de distancia, consideramos que tenemos una responsabilidad hacia alguien que se murió hace dos centurias y cuya muerte no ha sido vengada ni reivindicada ni tratada con justicia, aunque a nosotros tampoco nos toca alzar las armas, sino tomar la cámara, la pluma, la actuación y hacer algo que no opere en una línea comercial ni en una lógica de petulancia material, sino que responda a las necesidades reales que tiene una sociedad y una cultura de ver y reconocer a sus héroes de una manera correcta”.

Sin oropel y en plena libertad
El cineasta indica que “esta película está pensada como un cine crudo. Evocamos aquí a Tarkovski, a Goddard…”. De hecho, al explicar el viacrucis personal del proyecto, que durante los últimos tres años ha estado tocando distintas puertas para su concreción, Bautista detalló que “al ser expuesta y yuxtapuesta a las entidades de la producción cinematográfica, no sólo nacional (porque hasta fuimos con gente de Mel Gibson, gente de Universal y de Sony), de inmediato nos dijeron ‘sí… pero con estas condiciones’. Otras instituciones culturales del ámbito político nacional también nos dijeron ‘sí, pero…’ y nos quisieron imponer sus propias condiciones. “Pero Morelos no necesita millones de pesos, no necesita del medio comercial. Y nosotros nos hemos circunscrito a esa naturaleza del filme para ser fieles a lo más indispensable: lo que queremos y sentimos que debemos decir de él desde nuestra lectura de su historia a partir de nuestro momento, que es la primera década del Siglo XXI”.

Durante la conferencia de prensa. De izquierda a derecha: el actor Mario Sandoval; el director Eduardo Bautista; el secretario de Cultura de Michoacán, Jaime Hernández, y la directora del SMRyTV, María del Carmen Escobedo / Foto: Sergio Maldonado, SECUM.

“Como guerrilleros”
Más adelante, al precisar cómo se lograron finalmente los acuerdos y respaldos del Gobierno del Estado de Michoacán, quien colabora con recursos financieros, pero sobre todo con apoyos del sistema Michoacano de Radio y Televisión y de la Secretaría de Cultura, Bautista señaló: “Nosotros no hubiéramos podido alcanzar una alianza con la secretaría de Cultura y, de hecho, con el gobierno del Estado, empezando con el gobernador de Michoacán e incluyendo a personajes como el diputado Víctor Báez, que también está muy detrás de la película, si no hubiera habido empatía de ellos hacia lo que nosotros estamos buscando ideológicamente del filme. “Nosotros –explica–, de entrada, le dijimos al maestro Leonel: ‘Le venimos a ofrecer una película que es resultado de una acción revolucionaria. Entonces, lo que le estamos ofreciendo no es una película, sino una acción revolucionaria; venimos como guerrilleros a pedir su aporte y ayuda’. Así se lo planteamos. Y él dijo: ‘¡Ah, caray!’, pero entendió que nuestro objetivo es hacer la película por el general Morelos y para que la gente tenga la posibilidad de ver algo que en doscientos años no se ha visto: porque tú sabes que de Morelos sólo hay dos películas, que además son una apología de imprecisiones. “Nosotros lo que queremos hacer es aportar, como generación, un retrato lo más apegado posible a lo que hoy se conoce acerca de Morelos. Y pretendemos hacer una película realmente de época. Quiero decir: muy apegada al momento en sí, no al maquillaje que generalmente se ocupa para recrear una época. Iremos a la tierra, al sudor, a la fractura, a la grieta… Eso es lo que va a construir nuestros espacios escenográficos y fílmicos. No va a haber maquillaje ni luz artificial. Somos un poco Dogma’95 en ese sentido. Y el rodaje se va a hacer en blanco y negro. Vamos a hacer la película de esa manera y una de las satisfacciones que vamos a tener es la de pensar que cuando la Historia se pregunte, dentro de otros cien años ‘¿Qué hicieron los cineastas de Michoacán en el Bicentenario?’, nadie le diga: ‘Nada’, sino que vea por lo menos esta película”.

Estreno en el Matamoros
El rodaje de El doliente de Hidalgo se realizará durante todo el mes de julio; los meses de agosto y septiembre se dedicarán a la postproducción y el estreno está calculado para finales de octubre o principios de noviembre. Pero si la fecha está sujeta a los vaivenes propios de de todo proceso de producción, el lugar de estreno ya está definido: será el teatro Matamoros (antes cine Colonial), que probablemente será inaugurado oficialmente algunas semanas antes, durante el VIII Festival Internacional de Cine de Morelia. “Ya hay un acuerdo con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Batel para que se estrene allí. Digo, el general Matamoros aparece en esta historia. ¡Ni modo que no se pueda estrenar en el teatro que va a llevar su nombre!”

Ejemplo de verticalidad
“La película es una recreación histórica –puntualiza el cineasta más tarde–. Casi se le podría catalogar como un ‘peritaje artístico’. Es decir: vamos a recrear milimétricamente las situaciones. Partimos de los días que Morelos estuvo preso en las cárceles secretas de la Santa Inquisición. Nosotros invocamos desde su celda las conversaciones que tuvo con Allende, con Matamoros, con Hidalgo… así como el drama de un hombre que libra su batalla final: la de la actitud que va a asumir ante su propia muerte. “Todo esto lo hacemos con la aspiración de darle al espectador la posibilidad de mostrarle cómo a Morelos lo torturaron, lo acosaron, lo castigaron, le escupieron... y aún así se mantuvo vertical. Porque eso es precisamente lo que me parece que necesitamos ahora. Vivimos en un estado en guerra, en un país tan complicado como México y necesitamos mantener la vertical. Además, esa me parece la mejor manera de conmemorar. De conmemorar, porque para celebrar no hay nada”.

Más uchepo que tamal
En El doliente de Hidalgo participa un equipo fundamentalmente michoacano. “Todos somos michoacanos o personas que tenemos por lo menos diez años de trabajar y de vivir en Michoacán. En mi caso, no soy michoacano, pero ya tengo cuatro hijos michoacanos y gentes como tú saben de mi trabajo desde tiempos de Solaris, tres años antes de que naciera el Festival Internacional de Cine. A estas alturas, soy más uchepo que tamal". El equipo del filme se congrega bajo la firma LaNemesys Films, con quien también colaboran Focimsa y Solaris.

EN VIDEO

Los momentos sobresalientes de la entrevista con el director Eduardo Bautista en el café de la Casa de la Cultura de Morelia.

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